Los tatuajes han pasado de ser un acto subversivo a un elemento común de la cultura. No por lo anterior han perdido su valor, el peso identitario que emanan es importante y la calidad de los mismos se ha diversificado para convertirse en una rama con su reputación propia y sus selectas eminencias.
En Rusia el artista Lesha Lauz’s, conocido como Alexey, ha llamado la atención por sus diseños coloridos de animales que finalmente se difuminan en forma de pixeles. El mismo llama a su estilo: “Pixel & Glitch”: algo así como pixel y falla técnica.