La causa de los problemas de las redes sociales es el modelo de negocio. Las empresas han concentrado su energía en conseguir más dinero y abandonaron la protección a la privacidad de los usuarios. La seguridad de tus datos es vulnerable.
El documental The Great Hack retoma el debate sobre la privacidad de la información de los usuarios de redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y otras, para que no se nos olvide que diariamente alguien más en el mundo sabe algo de nosotros.
Tu información es dinero
Ya sea un mensaje, tu perfil, un “Me gusta”, tu ubicación o cualquier interacción que generes, por medio de las redes sociales o el móvil estarás revelando datos sobre ti. E irá directamente a una industria que recauda trillones de dólares al año vendiendo tu información.
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Las redes sociales se encargan de juntar toda esa información, la guardan y después la analizan para determinar los anuncios, páginas o cualquier recomendación que aparecerá después en tu pantalla.
Información gratuitamente otorgada por ti, que potencia la publicidad especializada y el consumo.
Cada clic e interacción que aporta información a los sistemas de las empresas se convierte en dinero que va directo a consultoras, anunciantes y prácticamente a cualquiera que le interese buscar un poco más.
Por ejemplo, ¿te has fijado que si realizas una búsqueda en Facebook o Google el resto de tus aplicaciones prioriza el producto o contenido que buscaste?
Parece cuestión de magia (o más bien, un perfecto control sobre la información) que los algoritmos maximicen la particularidad de anuncios para darte una oferta de consumo única y perfecta.
Esa instantánea forma de comunicarse por redes sociales viene con un lado oscuro: el riesgo de los datos personales.
El escandaloso caso de Cambridge Analytica reveló que la información de 50 millones de usuarios en Facebook fue violada y empleada para redirigir posibles votantes a la campaña presidencial de Donald Trump y apoyo al Brexit en el Reino Unido.
A partir de aquí, se desató el debate sobre la explotación y aprovechamiento de las empresas sobre los datos para manipular las decisiones de las personas en torno a diferentes temas sociales.
El documental The Great Hack exalta la necesidad de regular la privacidad de los datos personales de las personas que usan diariamente redes sociales (o sea, millones de personas) como un derecho humano, además de permitir decidir si quieres o no compartir esa información.
El futuro de la información y las redes sociales
No todo puede ser tan malo o imposible, siempre hay algo que se puede implementar para mejorar la forma en que nos relacionamos en este mundo.
En el campo de las redes sociales, ya existen alternativas como la tecnología blockchain que busca generar plataformas de nuevas redes sociales que no pongan en riesgo la privacidad de los usuarios.
El camino apunta hacia la creación de redes sociales o plataformas con capacidades analíticas que respeten la privacidad de los datos y no profundicen en ellos.
Será cuestión de que las empresas limiten la necesidad de interpretar lo que las personas quieren y la publicidad se vuelva más natural; sin embargo, esto puede costar más.
Es posible que el sentido de responsabilidad moral empresarial con la privacidad de los usuarios se haya esfumado porque garantiza mayor conocimiento de los intereses de las personas y poco rango de error en el ofrecimiento de publicidad.
Pero… ¿Intensificar la regulación de las redes podría ser la opción para obligar a las empresas a respetar la privacidad, o seguiremos prefiriendo la libertad de estos espacios a costa de nuestra información?
¿Tú qué opinas?
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