Ante el crecimiento de la demanda de agua y sobreexplotación de los acuíferos en el Valle de México, Xochimilco, un sistema artificial que ha sobrevivido desde épocas ancestrales, se encuentra en peligro. El Sistema Lacustre Ejidos de Xochimilco, San Gregorio Atlapulco y sus Afluyentes –SLXSGA–, también conocido popularmente como Xochimilco, es un humedal de importancia internacional que provee bienes y servicios ecosistémicos a los 21 millones de habitantes de la capital mexicana. Sin embargo, ¿qué alternativas existen para salvar a este humedal de tal importancia?
Dado que Xochimilco es un sistema artificial que ha sobrevivido gracias a la incorporación de agua tratada de tres plantas construidas en la década de los 70, las cuales se encuentran operando con deficiencias tanto en calidad como cantidad de agua. Esto ha provocado un descenso significativo en el nivel del agua en un promedio de hasta 1.5 metros en los canales en los últimos 10 años, afectando en la población de San Gregorio –zona de producción chinampera– con menor producción de sus cultivos. Por otro lado, las descargas de aguas negras han aumentado en asentamientos irregulares, lo cual no sólo ha favorecido la proliferación de especias invasoras como el lirio acuático, la tilapia y la carpa, afectando tanto a los productores como a las especies endémicas como el ajolote.
Esta situación se verá aún más afectada con la construcción del proyecto Supervía, pues impactará negativamente en aproximadamente 18 por ciento de la zona de conservación. La realidad es que muy pocas personas están conscientes de la importancia del impacto que tiene este lugar en la calidad de vida de los capitalinos, en la disponibilidad y el acceso de agua, en la regulación del microclima y calidad del aire en la CDMX.
La solución que se propone a través de la plataforma Change.org, es asegurar la continuidad del SLXSGA mediante ocho acciones estratégicas:
– Exigimos que se pongan en condiciones óptimas operativas las plantas de tratamiento de agua de:
Cerro de la Estrella Iztapalapa.
San Luis Tlaxialtemalco.
San Pedro Atocpan.
– Regular de inmediato el bombeo desmedido de agua de los mantos acuíferos subterráneos de agua del SLXSGA, los cuales están acelerando el hundimiento y sequía de Xochimilco además que provocan socavones como el que apareció el pasado mes de enero en el embarcadero de Zacapa.
– Implementación urgente de un sistema de conducción y tratamiento para los más de 1.400 puntos de descargas de aguas negras que actualmente son vertidos hacia los canales generando niveles de contaminación ya críticos y perjudicando a productores chinamperos de flores y hortalizas.
– Implementación urgente de: A) Un programa de control de especies invasoras, sobre todo Tilapia, Carpa y Lirio. B) Un Programa Integral de Restauración Ecológica, incluyendo especies endémicas en riesgo crítico de extinción como el Ajolote, C) Rehabilitación urgente de canales.
– Impulsar la reactivación productiva de las Chinampas a través de incentivos y capacitación a los Xochimilcas, así como promoviendo el comercio justo; impulsando así, uno de los sistemas agroecológicos más antiguos y sostenibles del mundo, y sobre todo defendiendo la soberanía alimentaria para los habitantes de CDMX.
– Transformación de la forma de turismo actual hacia un turismo sostenible de alto valor que esté en armonía con el entorno.
– No permitir más asentamientos irregulares, exigimos que se cumpla la planeación urbana y se respeten los polígonos definidos para el área protegida y la zona de conservación.
– No a la fragmentación del ecosistema de Xochimilco por la construcción de la Supervía (Autopista Urbana Oriente), debemos buscar otras alternativas.
De hecho, Change.org no es la única plataforma que ha buscado una manera de proveer el bienestar de Xochimilco, también se encuentra Natoure y XochimilKids. Las tres empresas se han unido en la campaña #SoyXochimilco: Salvemos a Xochimilco, usando a Lupita –Lupita-chan– como estandarte, una ajolote proveniente de Japón con la misión de salvar al humedal mexicano.
Lupita, con un colorido poncho del Estado de México, fue creada por Otoka Moriwaki, quien se enamoró de Xochimilco durante un viaje al país; de modo que al enterarse de los problemas a los que se enfrenta la biodiversidad capitalina, Otaka ideó al personaje para hacer consciencia sobre ello:
Firma para salvar a Xochimilco aquí.