Dicen que una sonrisa alegra el alma, pero la que emite el Quokka reconforta el corazón. Esta especie de marsupial que habita las islas de Australia se convirtió en furor entre los turistas aunque advierten que está en peligro de extinción.
Puede difícil de creer, pero la expresión en su cara que simula una sonrisa, se trata de un proceso de evolución de su especie, es decir, que no tiene ninguna implicancia emocional. A pesar de ello, es considerado el animal más feliz del mundo, y esto es todo lo que debes saber de él.
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Descubre al Quokka, el animal que ha conquistado al mundo con su sonrisa
Con una medida de tan solo 40 cm de longitud, esta interesante criatura es muy curioso con los humanos, a diferencia de otros animales como el panda. El quokka se encuentra en el oeste de Australia, a donde muchas personas viajan solo para verlo.
Y es que, gracias a que posee una curvatura muy particular en su hocico que hace que parezca que está siempre sonriente, y Sumado a su lado sociable y amigable, es la fascinación de muchos, al grado de ser apodado como el animal más feliz del mundo. Mejor conocido como quokka, o Setonix brachyurus; esté pequeño a pesar de las apariencias viven alrededor de 10 años y son herbívoros, principalmente nocturnos.
Entre sus curiosidades se encuentran:
- Se hidratan, sobre todo, a partir de las hojas que consumen
- Como los canguros, las madres crían a sus hijos en la marsupial durante 11 meses
- Pueden no beber durante largos periodos de tiempo
- No representan ninguna amenaza para los seres humanos
- Son vegetarianos. Se alimentan de hierbas, bayas y hojas
- Tienen hábitos nocturnos
- Si lo necesitan, pueden trepar arboles
- Las hembras tienen dos crías al año
- Son los marsupiales más pequeños del mundo
A pesar de su sonrisa, tiene una triste historia detrás
Según un estudio reciente conducido por el Animal Welfare Science Centre de la Universidad de Melbourne, los quokkas son propensos a modificar sus actividades y patrones de comportamiento al interactuar con turistas.
Al no ser animales domésticos, la convivencia forzada con miles de visitantes al día ha impactado negativamente su bienestar general. Después de días seguidos de constante exposición a estímulos nocivos, como el flash de cámaras o el contacto directo con personas que no los saben manipular, se ven aterrorizados constantemente, con niveles de estrés elevados por lapsos prolongados.
Además, dada la creciente urbanización y tala excesiva los ha llevado a ser considerados una especie amenazada, según el reporte más reciente de la IUCN.