Como gesto simbólico de compromiso contra la caza furtiva y el comercio de vida silvestre, Nepal decidió quemar 4 012 pieles de diferentes animales, cientos de cuernos de rinocerontes y restos de escamas de pangolín después de ser requisadas a los traficantes y cazadores. La hoguera tuvo lugar en el parque nacional de Chitwan el pasado Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Este proyecto fue implementado por las autoridades nepalíes y diplomáticos extranjeros, como un mensaje de que “estas partes del cuerpo de los animales en peligro de extinción no están destinados para el comercio”. Incluso Maheswor Dhakal, del Departamento de Parques Nacionales y Conservación de Vida Silvestre, estableció que “en total son 4 012 pieles de 48 especies de animales diferentes, entre ellas 67 de tigre en peligro de extinción y 48 de leopardo; 357 cuernos de rinoceronte y 352 pangolines; también están pelo de cola de elefante, glándulas de ciervos, caparazones de tortugas y caballitos de mar.” Cada pieza lleva incluso casi 20 años almacenada.
Dhakal agrega que la hoguera no sólo fue un símbolo de compromiso hacia la biodiversidad; también de liberación al país de una carga económica que suponía el almacenamiento de los restos de estos animales. Sin embargo se han resguardado para investigación unas cuantas piezas; como por ejemplo, diez cuernos de rinoceronte y cinco pieles de tigre.
Históricamente, la última vez que Nepal quemó los trofeos de cazadores furtivos fue en 1998; y ahora se vuelto a realizar como medio de reafirmación de compromiso con la naturaleza y de combate a la caza furtiva.