Cada vez seremos más personas en la tierra y, si seguimos consumiendo estas cantidades de carne, se necesitará producir más.
Esto significa más metros cuadrados de tierra para el ganado y menos para la agricultura; más combustible para transportarlo, más agua contaminada por los excrementos; más gases de efecto invernadero del ganado; más uso de antibióticos y medicinas en el alimento; enormes cantidades de granos y agua para darles de comer y beber.
“El crecimiento en la industria del ganado ha contribuido a cientos de problemas al medio ambiente, a la salud pública, a la seguridad de las personas y al bienestar de los animales”, afirma un reporte de Food and Water Watch.
¿Carne más verde?
Organizaciones como WWF (World Wildlife Fund) están tratando de enverdecer la producción de la carne de res. Quieren ofrecer al mercado una carne con un sello que garantice al consumidor que es de mejor calidad y que es más amigable para el medio ambiente.
Para ello, se realizó una mesa redonda. Entre otras medidas, se propone que cada vez haya más ganado que crezca en corrales, en lugar de a campo abierto, para tener más oportunidad de mejorar la agricultura y porque, según sus cifras, las reses crecen más rápido de esta forma.
No obstante, además de comprometer el bienestar de los animales, hay otras razones para sospechar del trasfondo de estas mesas redondas. Entre los participantes se encuentran miembros de la industria de las granjas, de las medicinas para estos animales, de JBS (el productor más grande de carne), e incluso McDonald’s y Wal-Mart.
¿La solución más fácil?
Científicos afirman que una de las mejores medidas para combatir al cambio climático es dejar de comer tanta carne.
Además es bien sabido que la carne de res es un pésimo convertidor de plantas en proteína. Según las cifras, se necesita el 60% de la tierra destinada a la producción de alimentos, pero sólo genera el 1.3% de las calorías del Mundo. También, la carne de res emite cuatro veces más gases de efecto invernadero que el pollo y 13 veces más que las proteínas vegetales, como los frijoles, lentejas y tofu (de acuerdo con Environmental Working Group).
Estos y muchos otros problemas podrían ahorrarse si simplemente se redujera nuestro consumo de carne. Si no en un 100%, comenzar por un 20% luego un 50% y seguirlo aumentando. Por el bien de la Tierra, de los otros seres humanos, por el desequilibrio en el reparto de la comida, es necesario hacer el intento.
[alternet]