Esta plaza de toros en Colombia que por años fue escenario para la tauromaquia y el sufrimiento animal, ahora será un lugar para el reverdecimiento de la vida, mediante un mega vivero. A través de la construcción del vivero se espera generar conciencia sobre la importancia de respetar la vida.
La Plaza de Toros el Bosque de Armenia en Colombia cerró sus puertas hace ya siete años, tras la prohibición de las corridas de toros. El proyecto forma parte de una serie de actividades destinadas a reverdecer y sembrar semillas de conciencia en las mentes de los lugareños y ¿por qué no?, también del mundo.
Imagen: Ministerio de Ambiente, Colombia
Bajo el nombre de “Biodiverciudades”, el programa busca generar un cambio verde en las ciudades de Armenia. Se buscará que diversas ciudades de la localidad colombiana se desarrollen bajo criterios de sostenibilidad e innovación. Es decir, apuesta por integrar de forma exitosa la planeación urbana, el desarrollo económico y social, con la riqueza natural dentro de cada territorio.
“La Plaza de Toros es un pulmón en la ciudad y el país, es un eje ambiental, construyendo un mega vivero que nos va a servir para sembrar árboles y plantas que garantizarán la seguridad alimentaria”, dijo Carlos Eduardo Correa, ministro de ambiente.
Imagen: Ministerio de Ambiente, Colombia
“Queremos mandarle un mensaje a los colombianos de cómo debemos sembrar y conservar para que todos entendamos el valor que tienen nuestros recursos naturales. Es una forma de sembrar vida”, también agregó el jefe del municipio ambiental.
Se planea que el mega vivero que emergerá en la antigua plaza de toros, se construya a base de caminos vegetales y jardines verticales. Además, se construirán jardineras con una gran variedad de flores para generar un paisaje colorido, incluirá especies como heliconias y veraneras.
La plaza de toros es el lugar perfecto para comenzar un cambio y sembrar pequeñas semillas verdes en las conciencias de los lugareños. Este gran paso representa la transformación más grande, que aspira a generar vida y dejar atrás las costumbres destructivas. Sólo así, con el ejemplo, es que se puede gestar un cambio de pensamiento colectivo que tire hacia la conservación y la conciencia medioambiental. ¡Enhorabuena por Colombia!