Para crear la mayoría de los objetos plásticos se necesita extraer petróleo y “romperlo” a altas temperaturas y presiones. Además, al desecharlo se liberan toxinas, se perjudica a la fauna y flora del mundo y también a los seres humanos.
Por ello, desde hace tiempo se trabaja en desarrollar nuevos plásticos, fabricados por microbios y que se desintegren naturalmente. Uno de esos plásticos biodegradables es el PHA (polihidroxialcanoato). Desde hace décadas se fabrica, pero el siguiente paso es producirlo a niveles comerciales.
Para crear PHA se utilizan bacterias que convierten el aire o los gases residuales ―recombinando las moléculas de oxígeno y carbono― en plástico ecoamigable y libre de petróleo.
Newlight Technologies es una de las compañías que trabaja en la elaboración de PHA. Mark Herrema, su cofundador, cree que el PHA pronto podrá competir con los otros plásticos simplemente por su costo, y porque la eficiencia de su producción ha subido un 500%.
“Estamos en esto desde 2003”, dice Herrema, “ahora estamos incrementando la producción. Francamente, no podemos hacer suficiente… Tan pronto como lo logremos, será un éxito”.
Molly Morse, fundadora de Mango Materials, también se mantiene optimista: “estimamos que el 30% de los plásticos podrían ser sustituidos con bioplásticos”.
Por lo pronto, en lo que los bioplásticos llegan a estar al alcance de la mayoría, podemos y debemos cuidar nuestro consumo y desecho de objetos plásticos que tardan cientos y miles de años en desintegrarse.