Pamukkale Turquía

Pamukkale, el castillo de pozas termales color turquesa

Ubicada en el suroeste de Turquía, Pamukkale es un sitio tan mágico que parece salido de un cuento de hadas. Su nombre refleja a la perfección la belleza del sitio, pues traducido al español, significa ‘castillo de algodón’ y ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Pamukkale, el castillo de algodón turco

Pamukkale es un paraíso onírico escondido al suroeste de Turquía en la provincia Denizli. Está formado por un gran número de pozas naturales de colores turquesa que en su interior albergan aguas termales. Durante miles de años, la gente local ha viajado hasta esta región para bañarse en las aguas minerales del lugar, que alcanzan temperaturas que van desde los 35ºC y hasta los 100ºC. Sin embargo, debido a que actualmente la belleza del sitio le ha valido el estatuto de Patrimonio de la Humanidad, actualmente ya no es posible sumergirse en las decenas de pozas blanquecinas con agua turquesa.

Pamukkale

El paisaje está compuesto por un total de 17 piscinas naturales que se distribuyen a lo largo del paisaje, pero la calidez de sus aguas no es lo único que encanta a los visitantes. En realidad es el extraordinario color blanquecino prístino del que están hechas, el que eleva la experiencia de visitar Pamukkale. El sorprendente contraste entre la composición de las pozas y el agua dentro de ellas, es la verdadera razón por la que los visitantes continúan visitando el Castillo de Algodón, pese a que ya no se permite ingresar a las piscinas naturales.

El color blanquecino confunde a la mente haciéndonos creer que se trata de un sitio helado, pero de hecho es una región templada que se ubica en el Río Menderes. Las pozas naturales se elevan a 160 metros de altitud y se extienden por 2 mil 700 metros de longitud, es gracias a esto que se le puede admirar desde la distancia.

Pamukkale Pozas Naturales

¿Cómo se formó Pamukkale?

En el pasado, la región en donde se ubica actualmente el Río Menderes, fue objeto de numerosos movimientos tectónicos que no sólo ocasionaron terremotos, sino que propiciaron la liberación de agua mineral del subsuelo hacia el exterior. Fue justamente este mecanismo el que generó la aparición de numerosas pozas de aguas termales.

Pamukkale Turquía

El color blanquecino, a su vez, se debe a la gran cantidad de minerales del agua, en especial de calcita. El resultado es un enorme paraíso de roca sedimentaria llamada creta, que se caracteriza por ser altamente porosa y blanda. La composición del agua también posee bicarbonatos y calcio, que a su vez forman bicarbonatos de calcio. Pero lo más sorprendente es que al tratarse de aguas termales, constantemente está emergiendo agua del subsuelo, los geólogos creen que Pamukkale libera cerca de 250 litros de agua cada segundo, lo que resulta en la precipitación de 2.2 gramos de creta por cada litro. 

Es por esta razón que con el tiempo se formaron cascadas de piedra caliza y travertino que parecen escurrirse ladera abajo, aunque en realidad se trata de paredes sólidas que le dieron vida a las piscinas naturales de agua turquesa. La combinación de minerales tan peculiar provenientes de las aguas internas, ha dado paso a una composición de diversas rocas en las paredes de las pozas que datan de tiempos muy antiguos. Es posible encontrar mármoles cristalinos, así como cuarcitas y esquistos que datan del Plioceno, periodo que abarca 5.33 millones de años atrás y hasta hace 2.59 millones de años. 

Pamukkale Turquia

El ‘Castillo de Algodón’ formado en Pamukkale, fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 por su belleza natural, por lo que hoy en día sólo puede visitarse y no está permitido ingresar a las piscinas de agua turquesa, de esta forma se asegura que el paraíso no resulte dañado por la mano del hombre.

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