Todos sabemos que somos naturaleza; en algún momento muy equivocado, exacerbándose con la revolución industrial, nos fuimos alejando como civilización cada vez más de esta. Seamos o no conscientes, nuestra humanidad resiente esta desconexión.
Atisbos tan pequeños como el que el solo ver una imagen de la naturaleza nos hace más felices, así como también el transitar todos los días por un espacio verde, así sea pequeño, cause el mismo efecto, nos muestra la gran afinidad que tenemos con ella, pues somos ella.
De esta manera es cada vez más menester el llevar la naturaleza de nuevo a las ciudades, a través de huertos urbanos, más espacios verdes, muros verdes, etc., y en esta tendencia que seguramente llega para quedarse por la gran necesidad que tenemos de ella, algunas creaciones son de lo más creativas, como la del arquitecto italiano Stefano Boeri.
Boeria ha diseñado un edificio en la ciudad de Lausana en Suiza, y este es el probablemente el edificio más poblado de naturaleza que jamás haya existido. Llamada la Torre de los Cedros, es hogar de más de 100 árboles, 6 mil arbustos, y más de 18 mil plantas distribuidas en 3 mil metros cuadrados.
La presencia de esta vegetación, además de mejorar naturalmente la ciudad del oxígeno circundante protegerá los apartamentos de los fuertes vientos, polvo, ruido y contaminación. Su papel estético para la ciudad, además, es muy importante, asimismo como la transformación del paradigma cultural que es capaz de promover desde su “simple” presencia.
Esta torre de 17 metros de altura, es la segunda parecida en su tipo hecha por Boeri, antes había diseñado una semejante de 112 metros en Milán.
