Cada año, a causa de las más de 84 mil torres de comunicación que están distribuidas por todo Norteamérica, más de 6 millones de aves mueren en la migración que realizan de Estados Unidos y Canadá a Centro y Sudamérica.
Algunas de estas torres, alcanzan casi los 600 metros de altura, y según Travis Longcore, de la Universidad de California, en el 71 % de los casos, la altura de estas estructuras representan
Las aves no mueren por volar directamente hacia la torre y estrellarse en ella, mueren porque sus alas se enredan en los cables y porque, en días nublados, la visibilidad disminuye, y es mucho más probable que queden atrapadas.
Las torres con luces rojas parpadeantes reducen considerablemente la muerte de las aves. Travis Longcore estima que si las torres de más de 150 metros de altura tuviesen este tipo de señalamiento, la tasa de mortalidad se reduciría hasta en un 45%, que serían aproximadamente 2.5 millones de aves.
Actualmente, las empresas en telecomunicaciones están intercambiando las luces estáticas por las parpadeantes en apoyo a ciertas medidas que instituciones gubernamentales están tratado exigir a todos los medios de comunicación que utilicen estas antenas.
[REDORBIT]