Los océanos ocupan gran parte de planeta, cubriendo más del 70% del total de la extensión planetaria. Son ecosistemas sumamente importantes y megadiversos, tan así que el hombre no ha logrado conocer por completo las formas de vida que yacen en las aguas marinas. Sin embargo, tan sólo el 1.5% de los océanos del mundo están consideradas como áreas protegidas por la ley. Un porcentaje que claramente no es suficiente para preservar la riqueza de los mares y sus profundidades, se requieren mayores esfuerzos al respecto. En ese sentido, Portugal ha puesto el ejemplo creando la más grande reserva marina de toda Europa, que salvaguarda la vida marina alrededor de las Islas Salvajes.
La reserva marina más grande de Europa
Hace doce años, National Geographic Explorer fundó Pristine Seas, con el objetivo de proteger la vida marina a través de expediciones que revelan la riqueza de los ecosistemas en las profundidades acuáticas. Desde entonces se han realizado 31 expediciones en distintos lugares, de los cuales 24 han resultado protegidos por la ley. En total se ha cubierto un área de más de 6 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a más del doble del tamaño de la India.
Y recientemente Portugal se sumó a esta iniciativa, creando la reserva marina más grande de toda Europa. Con un total de 2,677 kilómetros cuadrados, se pretende preservar la vida circundante de las Islas Salvajes. Estas son un archipiélago en el Atlántico Norte que se encuentra a medio camino entre las Islas Canarias y Madeira.

Archipiélago de Atlántico Norte
Un gran historial de esfuerzos
La historia de protección de las Islas Salvajes comenzó hace unas cuantas décadas. En 1971 la zona se convirtió en la primera reserva natural clasificada de Portugal. No obstante, en aquella ocasión únicamente se dictaminó la protección sobre la vida terrestre, ya que albergan unas de las mayores poblaciones de pardelas de Cory. Gracias a esta especie silvestre de aves las islas obtuvieron el estatuto de reserva, pero en una expedición de 2015 de parte de Pristine Seas, los buzos pudieron percatarse de que la riqueza también se extendía hacia las aguas marinas.
Allí comenzaron los esfuerzos para preservar los arrecifes de coral que rodean las islas, así como de toda la vida marina circundante. Y finalmente Portugal se convirtió en el primer país en dictaminar la ley que ha creado la reserva marina más grande de toda Europa. Con esto, ha puesto el ejemplo a seguir para alcanzar el anhelado 30% de protección sobre la totalidad de los océanos para 2030.
Bajo esa directriz, Pristine Ocean tiene planificadas 40 expediciones en los próximos nueve años, para encontrar más regiones subacuáticas candidatas a reservas marinas. Se espera que la decisión de Portugal, exhorte a otras naciones a reconocer la riqueza en las profundidades de sus territorios acuáticos. Y así, garantizar la riqueza acuática, tan necesaria para la dinámica terrestre y entre ecosistemas.