Lo que pasa hoy en día en los bosques, ríos, selvas y otros lugares del mundo nos afectará tarde o temprano a todos; eso lo sabemos. Sin embargo, no todos levantamos las manos en defensa del equilibrio y de aquello que nos brinda el planeta. Parece que vivir en constante relación con los recursos naturales otorga un sentido distinto a la conciencia y es que los defensores del medio ambiente (en su mayoría indígenas) son el símbolo de una lucha que todos deberíamos estar enfrentando.
Con una voz fuerte y decidida, los defensores del medio ambiente detienen la ambición de la “civilización” para salvar la vida en la Tierra. Ya sean las palabras de Nemonte Nenquimo -líder Waorani de la Amazonia- o la lucha que le arrancó la vida a Otilia Martínez Cruz -defensora de los bosques de Chihuahua, México-, estas emblemáticas personas se levantan desde sus territorios para defender y proteger una cosmovisión que desde hace tiempo amenaza su seguridad.

Noah Friedman-Rudovsky
La pérdida de los defensores del medio ambiente
De acuerdo con un informe publicado por Global Witness, un total de 227 defensores del medio ambiente perdieron la vida en defensa de la naturaleza en 2020. Colombia en primer lugar con un total de 65 defensores sin vida, siendo un tercio de ellos indígenas y México en el segundo con un total de 30 ataques.
“Me gustaría algún día informar del fin de la violencia contra quienes defienden el planeta, pero esto continuará hasta que los Gobiernos decidan tomar en serio la protección de los ecologistas”- Chris Madden, responsable de campañas Global Witness.
Se sabe que grandes empresas e industrias se acercan con mayor ímpetu a los territorios indígenas para explotar recursos. Recursos que mantienen en existencia a estas comunidades y que, a gran escala, contribuyen al equilibrio del bioma. Pero esto no lo reconocen los grandes líderes, ni las empresas.

Global Witness
Las cifras revelan que corporaciones explotadoras e industrias son responsables de al menos un 30% de los ataques a defensores. La tala se encuentra en primer lugar como la causa de al menos 23 casos de muerte, después encontramos actos como la minería, represas hidroeléctricas, agroindustria y explotación de recursos.
Aunado a esto, está la crisis climática y la pandemia, situaciones que exacerban las amenazas a los territorios y sus habitantes. A medida que las inundaciones, incendios y sequías se expanden, el capitalismo busca desesperadamente entrar a territorios vírgenes, pero ¿por qué no todos luchamos por proteger lo que nos mantiene vivos?
Un homenaje a aquellos que pelean la lucha de todos
Hace no mucho tiempo, la FAO reconoció que los pueblos indígenas son los mejores guardianes del ambiente y es que no es coincidencia que el 45% de las grandes selvas en equilibrio estén en territorios indígenas.
Los pueblos indígenas demuestran que entienden y respetan el comportamiento climático como nadie más lo ha hecho. Todo radica en esa conexión especial con la naturaleza, una cosmovisión que protege la evolución y desarrollo natural. Que sabe que la explotación no atrae la riqueza, ni la estabilidad.
Hoy brindamos homenaje a todos aquellos que defendieron la vida natural, que descubrieron el valor de la conexión con el entorno y que por sobre sus comodidades respetaron el ciclo de la Tierra. Tal vez en poco tiempo el resto de la humanidad despierte el sentido perdido y descubra que la vida en este mundo no es posible sin el equilibrio de la naturaleza.

Global Witness

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