¿el Aceite De Coco Es Realmente Ecológico? Practiquemos El Consumo Responsable

¿El aceite de coco es realmente ecológico? Practiquemos el consumo responsable

¿El aceite de coco es ecológico? Puntos importantes que nos ayudan a comprender si realmente este tipo de aceite es respetuoso con el medio ambiente.

La popularidad del aceite de coco ha ido en crescendo a medida que se le promociona como un producto ecológico y amigable con el medio ambiente. No obstante, en esta burbuja de consumismo los títulos bien podrían esconder verdades oscuras con tal de mantenerse a la cabeza de las ventas. Es importante informarse más allá de las pantallas que nos muestran las empresas sobre sus productos, para poder tomar decisiones responsables con el medio ambiente. Por ello, indagamos si el aceite de coco es realmente ecológico como se le ha tildado.

Si bien el aceite de coco podría considerarse como un producto nuevo en occidente, la realidad es que se ha producido desde épocas antiguas en el oriente. Si bien los cocoteros desde donde proviene el coco, habitan en distintas regiones tropicales del mundo, más del 83% del coco que se comercia proviene de Asia. Especialmente de Indonesia y Filipinas, quienes son los mayores productores y exportadores de aceite de coco.

¿Cómo se elabora el aceite de coco?

Por la forma en que se produce podría decirse que existen tres tipos distintos de aceite de coco: virgen, refinado y parcialmente hidrogenado. La sostenibilidad, las propiedades y los beneficios dependerán intrínsecamente de la manera en que se obtenga el aceite.

¿El aceite de coco es realmente ecológico? Practiquemos el consumo responsable

El aceite de coco virgen se obtiene mediante el presando con expulsor. Mediante una máquina de prensado se compacta la carne de coco. A su vez hay dos formas de obtener el aceite de coco virgen, que dependen de si en el proceso de prensado de utiliza calor o frío. En el primer caso se utiliza vapor con temperaturas altas, mientras que en el segundo el prensado se hace en frío a una temperatura inferior a los 50°C.

El refinado, por su parte, utiliza el mismo principio de prensado en máquina, salvo que se le añade un procesamiento de filtrado para eliminar cualquier tipo de impureza o bacteria. Es gracias a este último filtrado que el aceite de coco se vuelve insípido e inoloro.

Por último, el aceite de coco parcialmente hidrogenado, como su nombre lo indica, está mezclado con partículas de hidrógeno para extender su vida útil. Es por esto que puede encontrarse aceite de coco en el mercado que mantiene su textura sólida incluso en temperaturas cálidas, contrario a los dos tipos de aceites anteriores.

Letras pequeñas

En la actualidad es un tanto complicado encontrar un producto que sea 100% ecológico y responsable con el medio ambiente debido a la sobrepoblación y las grandes cantidades de demanda. No obstante, no significa que no debemos intentarlo, pues el cuidado del planeta es imprescindible sobre todo en tiempos tan complicados como este.

En el caso de la producción de aceite de coco, el mayor problema asociado es como en muchos otros productos de procedencia natural, la deforestación y las plantaciones de monocultivo. Incluso se le ha llegado a comprar con el aceite de palma que está considerado como el peor de entre todos los aceites por su alto impacto medioambiental. Pero, ¿qué tan cierto es esto?

Existen pequeños diferenciadores que debemos puntualizar para comprender la diferencia en los impactos de ambos aceites. En primera instancia, los cocoteros no están asociados con el mismo nivel de deforestación como lo están los árboles de palma aceitera. Si bien las palmas tienden a producir mayores cantidades de volúmenes de aceite, los cocoteros generan además de aceite, muchos otros productos. Tales como la leche de coco, crema, agua y carbón activado.

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Además, otro punto importante es que los árboles productores de coco crecen bien en cultivos diversos. A diferencia de las palmas que en su mayoría se cultivan en áreas homogéneas que se vuelven perjuiciosas para la riqueza del suelo. Los cocoteros pueden entremezclarse con bananeros, cafetaleros, de cacao y se integran más naturalmente con el medio ambiente.

Lamentablemente en cuanto a emisiones de carbono, el aceite de coco tiene grandes problemas. Al provenir de lugares tan alejados como Asia, los costes al medio ambiente que desprenden del transporte son grandes. Eso sin contar la maquinaria utilizada para el prensado del coco que también utiliza combustibles fósiles para funcionar.

La extracción en frío, la menos dañina

En ese sentido, el tipo de extracción que menos contamina es el prensado en frío, pues no requiere disolventes, ni procesos de refinación. Por lo tanto, la cantidad de energía requerida para su producción es menor que el prensado en caliente o el aceite refinado. Incluso existen algunas productoras que han desarrollado técnicas de extracción a baja presión que ahorra mayor cantidad de energía. Y al mismo tiempo, produce biomasa sostenible tales como cáscara de coco que puede utilizarse como combustible.

Volviendo a la pregunta de si el aceite de coco puede considerarse como ecológico y sostenible, la respuesta es un gran depende. Es verdad que es un producto con el potencial de convertirse en una alternativa mucho menos dañina para el medio ambiente que otros tipos de aceites. No obstante, todo dependerá de la forma en que se cultivan los cocoteros, el tipo de extracción y las distancias de traslado.

Para asegurarse de consumir de manera responsable, primero hay que investigar las prácticas de la productora en cuestión. Sólo de esta manera podría decirse que se trata de un producto sostenible y ecológico con un bajo impacto en el medio ambiente.

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