La sorprendente inteligencia de las cabras

La sorprendente inteligencia de las cabras

Las cabras no solo son hábiles en la solución de problemas, también poseen una memoria a largo plazo y su inquisitiva naturaleza las lleva a conquistar rápidamente escenarios novedosos.

La cabra (Capra aegagrus hircus) es un animal fascinante, tal vez por eso fue incluida en los zodiacos tanto occidental, como chino, y es partícipe de innumerables relatos mitológicos –los faunos, los sátiros, el dios Pan, y Amalthea la madre de Zeus. Además de su linaje histórico, las cabras poseen otras múltiples bondades, por ejemplo su admirable destreza para caminar en zonas montañosas –gozan de una envidiable coordinación motriz y son el único rumiante que puede trepar árboles. También está el hecho de que, a pesar de haber sido una especie domesticada hace diez mil años, son, junto con los gatos, el único animal doméstico que fácilmente puede regresar a un estado feral.

Quizá la mayor cualidad que distingue a estos animales es su inteligencia. Aunque pocas personas lo saben, y a pesar de que generalmente se les percibe como seres predecibles y elementales, lo cierto es que poseen una naturaleza inquisitiva, curiosa, que las lleva no solo a explorar y descifrar las particularidades de todo entorno al que se enfrentan, también denotan un rápido aprendizaje. Por ejemplo, es bien sabido entre criadores que si una de las cabras del rebaño logra detectar una falla en la cerca de su corral, no solo explotará esta deficiencia incansablemente para salir de ahí, sino que sus compañeras rápidamente aprovecharían el descubrimiento.

Un reciente estudio de la Universidad Queen Mary de Londres, publicado en el diario científico Frontiers in Zoology, descubrió que el potencial cognitivo de estos animales es mucho mayor de lo que se pensaba. Los investigadores entrenaron a las cabras a extraer comida de una caja mediante una secuencia de pasos –jalar una palanca con la boca y luego levantarla para liberar la recompensa. En promedio les tomó solo doce intentos completar la misión y, aún más notable, durante los diez meses que duró la prueba lograron recordar la solución cada mes en menos de dos minutos.

La doctora Elodie Briefer, coautora del estudio, se mostro sorprendida por los resultados: “La velocidad con la cual las cabras completaron el reto a los diez meses, en comparación con cuánto les tomó aprender la solución, indica una excelente memoria a largo plazo.” Otro de los aspectos más notorios de los resultados, es que las cabras prefieren aprender mediante la experiencia directa, por sobre el aprendizaje imitativo: “Encontramos que aquellas que no habían visto una demostración de sus predecesoras aprendían tan rápido como las que si la habían tenido. Esto sugiere que las cabras prefieren aprender por su propia cuenta que por observar a otras hacerlo”.

Las cabras son animales que por su inteligencia y su afán explorador, colonizan rápidamente nuevos escenarios. Y me da la impresión que estos seres, además de proveernos con la leche para manufacturar exquisitos quesos y otros productos, como la cajeta, parecen tener valiosas lecciones que aportar al ser humano. Así que si el perro es “el mejor amigo del hombre”, la cabra bien podría ser nuestra mejor amiga.

Twitter del autor: @ParadoxeParadis

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