La relación entre la humanidad y los insectos es un tanto confusa que en ocasiones se piensa que son molestos, no obstante, detrás de estos pequeños seres hay una gran importancia. Pese a su diminuto tamaño, la gran responsabilidad que cargan en sus patas es inmensa. La importancia de los insectos radica en que son en realidad los grandes guardianes del equilibrio natural.
Biología relacional
Los insectos pueden ser pequeños pero el gran peso que marcan en el equilibrio natural se debe a lo que los expertos denominan biología relacional. Esta no se enfoca en los seres per sé, sino en las relaciones que establecen entre ellos mismos, las demás especies y su entorno. Acorde con este enfoque las especies establecen relaciones que pueden ser antagónicas y de mutualismo. Aunque hay que entender que ninguna de estas dos aparece en las especies de manera purista. Es decir que tanto una especie puede establecer mutualismo con otra, como antagonismo con una distinta.
Desde la biología relacional, el equilibrio natural no se alcanza gracias a la armoniosa interacción de las especies. Por el contrario, tiene que ver más con el hecho de que las especies establecen un sistema complejo a través de sus interacciones dinámicas. Así tanto los seres productores como aquellos depredadores forman un eslabón importante para el planeta que se mantiene en un equilibrio sempiterno, siempre y cuando no se altere con incidencias externas.
Bajo esta perspectiva, los insectos tienen la misma importancia que aquellas especies más grandes y su incidencia en el equilibrio natural es igualmente grande. Entre los insectos tenemos a los encargados de la polinización, un proceso que ciertas plantas no pueden realizar por sí solas y que requieren para poder florecer. Insectos como las abejas, mariposas, escarabajos, avispas, moscas e incluso algunas especies de hormigas, se encargan de transportar el polen en sus patas de flor en flor para que ocurra la magia y se mantenga la vida en funcionamiento.
Además, así como ocurre con otros animales de mayor tamaño, los insectos también se autorregulan mediante la depredación. El control de plagas es otra de las funciones principales que estos animales asombrosos ejecutan. Son capaces de controlar pestes de plantas, hongos y poblaciones de insectos que impiden el florecimiento de la vida vegetal.
Encargados de resurgir la vida
Pero no sólo inciden en la polinización y el control de plagas, sino que son de hecho los encargados de resurgir la vida como si de un ave fénix se tratase. Contribuyen a la degradación de desechos, son los recicladores por excelencia de la materia orgánica. Sin ellos el ciclo de la cadena alimenticia simplemente no podría completarse y el escenario planetario sería muy distinto.
Revalorar la importancia de los insectos es de vital importancia, no sólo para ellos sino para la supervivencia de la humanidad misma. La próxima vez que aparezca una abeja en tu hogar por favor no termines con su vida, liberala y déjala continuar con su gran labor de conservar el equilibrio natural.