El diesel (utilizado por coches, autobuses, trenes, barcos y maquinaria pesada) parece ser el más reciente enemigo de estas pequeñas polinizadoras. Un estudio conducido por la Universidad de South Hampton en Inglaterra parece demostrar que los motores de diesel afectan el sentido del olfato de las abejas, mismo que estas emplean para localizar flores con polen.
Las abejas (Apis mellifera) necesitan un excelente sentido del olfato para poder localizar flores que valen la pena polinizar. A su vez el olor de las flores está compuesto por miles de químicos que definen su contenido nutricional. Una abeja aprende a detectar cuales flores tienen el polen más rico y después se lo comunican a las otras abejas de su colmena.
Tras entrenar a las abejas a reconocer las flores (específicamente canolas), los investigadores expusieron las flores a diesel bajo en sulfuro para ver en qué manera los compuestos químicos de las flores cambiaban. De manera casi inmediata los gases emitidos comenzaron a deshacer los dos compuestos odoríficos de las flores: farnesene y terpinene, los investigadores después removieron estos dos compuestos de la mezcla.
Según la neurobióloga Tracy Newman de la Universidad de Southampton y co-autora del estudio “vimos que hasta un pequeño cambio en los componentes de la mezcla causaba un cambio enorme en la sensibilidad de las abejas”.
El grupo de gases responsable de causar los cambios a los componentes del polen es el NOx, compuestos que contienen nitrógeno y oxigeno que reaccionan con los olores volátiles de las flores. El gran problema con el NOx es que se encuentra en la gasolina, bencina, biodiesel y en el etanol. “Este tipo de emisiones se ignora con cierta frecuencia cuando se habla del cambio climático ya que estas emisiones no están asociadas con los gases de invernadero”, apunta Guy Poppy, otro autor del estudio.
Con respecto a los resultados del estudio José Fuentes de la Universidad de Penn State dijo que “El estudio claramente muestra que la contaminación del aire puede tener un impacto pernicioso en la habilidad de las abejas para reconocer comida”.
“Las abejas enfrentan muchas tensiones en el mundo moderno, incluyendo enfermedades, insecticidas y contaminantes atmosféricos. Lo más probable es que las abejas puedan lidiar con la mayoría de estos factores cuando estos están aislados, o cuando son solo dos o tres. Sin embargo, cuando todos se unen al mismo tiempo, podemos empezar a ver los efectos y a la vez explicar muchas de las cosas que estamos viendo… con las muertes de polinizadores en el mundo”.
Pueden leer el estudio completo al seguir este enlace.
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