Dos tercios de las especies de cangrejos ermitaños se refugian en “conchas artificiales”. Lo que podría ser toda una novedad es una situación preocupante pues estos cangrejos optan por desechos plásticos en lugar de conchas naturales como sus refugios, según un nuevo estudio.
El impacto de la basura en el planeta, no sólo refleja una alteración del suelo, del aire o el mar, también involucra la adaptación de todos los animales en él. De hecho, los científicos dijeron sentirse “desconsolados” al ver hasta qué punto los animales vivían en nuestra basura.
Si bien, aún no está claro si estos plásticos afectan negativamente a los cangrejos, los científicos buscan comprender cómo este cambio podría influir en su evolución.
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Adiós a las conchas, hola…¿desechos? Las nuevas armaduras de los cangrejos ermitaños
Los cangrejos ermitaños son conocidos así pues se protegen dentro de conchas o de tubos calcáreos de poliquetos, y es que, en su mayoría usas las conchas vacías de los moluscos como casas móviles. Un dato que hasta hace poco era de suma importancia, ¿por qué?
De acuerdo con una nueva investigación los cangrejos ermitaños que se encuentran en los océanos de todo el mundo, ocupando hábitats que van desde aguas costeras poco profundas hasta los mares más profundos, ahora prefieren casas móviles de plástico, no importa si es una tapa de botella, un pedazo de bombilla eléctrica o un envase de sopa instantánea, ellos se adaptan.
Al parecer, este resultado se afirma luego de que los análisis fotográficos demostraran que 10 de las 16 especies de cangrejos ermitaños terrestres del mundo utilizan este tipo de refugio y esto se ha observado en todas las regiones tropicales de la Tierra.
Luchando por existir en un mundo de plásticos
Este estudio ecológico basado en imágenes de Internet reveló que el uso de conchas artificiales es un “fenómeno global”. Al parecer, 8 millones de toneladas de este material terminan en los mares y océanos cada año, lo que podría significar porque los animales los usan para continuar existiendo cuando las conchas empiezan a desaparecer.
Tanto sólo en julio de 2022, National Geographic reportaba la disminución de las conchas en los océanos dado la contaminación industrial y de aguas residuales que afectaban tanto a los moluscos como a las conchas como a otras especies, perjudicados por el aumento de la temperatura de los océanos y la acidificación de las aguas.
Si a eso le sumamos que la escala de la contaminación plástica estimó que al menos 171 billones de piezas de plástico flotan ahora en nuestros océanos, podría significar porque estos crustáceos prefieren los desechos plásticos, con el riesgo de que podría casi triplicarse para 2040 si no se toman medidas.