La Luna es tan importante para nuestro planeta, que una vida sin ella sería morir lentamente, incluso habría cambios para el planeta Tierra.
Si no hubiera Luna desaparecerían los eclipses y las noches serían mucho más oscuras. Las mareas también serían diferentes: de hecho, serían más pequeñas, alrededor de un tercio de lo que son ahora, además perderíamos el rumbo, la Tierra perdería su rotación.
¿Cuáles podrían ser los efectos sin la Luna?
Ubicada a 392 mil 145 kilómetros de distancia, la Luna es el único satélite natural que orbita a la Tierra y es la quinta luna más grande del Sistema Solar. Además, es el único lugar más allá de nuestro planeta donde los humanos han puesto un pie.
Ambos cuerpos celestes se complementan para moderar, entre otras cosas, la oscilación de la Tierra sobre su propio eje, explica la NASA.
Uno de los mayores interrogantes acerca de la Luna es qué hubiese ocurrido en la Tierra si ella no existiera. Por tal motivo, un apartado de preguntas y respuestas promocionado por la NASA acerca de las preocupaciones de las personas sobre la Luna arroja una breve respuesta acerca de qué ocurriría si el satélite no orbitara alrededor de la Tierra.
“La Tierra sería un mundo muy diferente si no tuviera Luna. La gravedad de la Luna evita que nuestro planeta se tambalee demasiado sobre su eje, lo que ayuda a estabilizar nuestro clima. También juega un papel importante en la creación de las mareas oceánicas de la Tierra”, concluye la agencia espacial de Norteamérica.
Es que el brillante astro que se ve a simple vista desde el suelo terrestre ejerce una fuerza gravitacional que provoca mareas altas y bajas en las costas terrestres.
Además, sin ella la orientación del eje de la Tierra no se mantendría estable y experimentaría variaciones caóticas con el tiempo. Que estemos disfrutando de una sucesión regular de las estaciones durante millones de años es gracias a la Luna. Marte, por ejemplo, tiene dos lunas minúsculas y su eje de rotación ha cambiado 60º en los últimos 10 millones de años (en comparación, el eje terrestre oscila solo 1.5º cada 41 mil años). Las consecuencias climatológicas de una variación caótica del eje de rotación harían muy difícil que la vida evolucionara como lo ha hecho en el planeta.