Cuando la primavera llega, la naturaleza hace lo suyo renaciendo de entre las hojas secas y el crudo frío del invierno, poco a poco todo comienza a tornarse de tonalidades vibrantes y las flores abren sus pétalos. Para todo el mundo la primavera representa la fertilidad de la tierra, pero en algunos países como Japón, la llegada de esta estación implica la contemplación sagrada de sus cerezos llamados sakura, no sólo como un mero ejercicio de observación, sino que trae implicaciones filosóficas mucho más profundas que se viven a través del hanami. Pero, ¿qué es esta celebración y por qué es tan importante?
El hanami es una celebración tradicional japonesa cuyo nombre podría traducirse como ‘mirar las flores’, no obstante, no es tan simple como esto. De hecho, no existe una traducción literal del término que, engloba mucho más que el mero acto de mirar las flores, se acerca más hacia la contemplación sagrada.
¿Por qué se celebra el hanami?
Durante las primeras semanas de la primavera, los campos de Japón cambian de color y se tiñen por completo de tonalidades blanquecinas y rosas pastel gracias a los cerezos mejor conocidos como sakura, que guardan una leyenda de amor y reflexión sumamente importante para los japoneses. Estas flores se han convertido en el emblema nacional de la nación y son mundialmente conocidas, atrayendo a miles de turistas anualmente.
Según la historia nipona, la importancia de las sakura se remonta a milenios atrás, pues cuando los pueblos tradicionales orientales que vivían en completa armonía con la naturaleza, observaban su florecimiento, significaba que era el momento adecuado para comenzar la plantación de arroz. No es un secreto que este cereal es la base alimenticia de aquella nación y que forma parte de su propia identidad.
Es por esto que las sakura eran vistas como seres sagrados y en el momento de su máximo esplendor cuando los pétalos rosáceos se abrían, indicaba que los dioses bajaban para convertir a los arrozales en campos fértiles y así, ayudar a su pueblo a tener el alimento necesario para subsistir.
Desde aquí, el florecimiento de los cerezos se volvió un momento importante para el pueblo japonés que se reunía para mirar a los seres sagrados en forma de flores. Una acción conocida como ‘hanami’ que poco a poco y con el paso de los años, se fue transformando acorde a las creencias de los japoneses, hasta convertirse en una celebración de importancia mundial.
¿De qué se trata el hanami?
Como podemos imaginar el hanami está intrínsecamente relacionado con los alimentos. Por ello cada que la primavera inunda el paisaje, los japoneses sacan las mantas y sus alimentos tradicionales para tener una comida muy pintoresca debajo de los cerezos, lo que en occidente conocemos como picnic. No sólo se trata de pasar una tarde en familia o con los más cercanos, sino que se trata de una contemplación sagrada de las sakuras que además, representan la belleza inefable de la vida a la par de su esencia transitoria.
El hanami es tan importante para los ciudadanos de Japón que algunos todavía visten sus yukatas y cocinan con gusto para sentarse a la sombra de las sakuras. Es común que durante esta celebración se observen los campos llenos de gente compartiendo alimentos con sus seres amados, además de contemplar el tapiz rosáceo que forman las flores apiladas en los suelos.