El accidente nuclear de la planta de Fukushima, Japón, en marzo del 2011, sigue produciendo importantes filtraciones de materiales peligrosos al océano, y es posible que desde hace dos años haya sido así, según declaraciones del director de regulaciones nucleares del país nipón, Shunichi Tanaka.
A decir de Tanaka, ni su agencia ni la gente que maneja la planta tienen a ciencia cierta una idea de dónde provienen las filtraciones ni de cómo detenerlas. Esta semana se reportaron niveles inusualmente altos de cesio, tritio y estronio en el agua debajo de la planta, lo que ha generado una gran movilización para encontrar la manera de sellarla e impedir que estos materiales sigan filtrándose.
Los niveles de cesio y estronio son especialmente preocupantes para los especialistas, pues estos materiales radiactivos son especialmente conocidos por su capacidad de producir cáncer en seres humanos.
Los operadores de la planta, la empresa Tokyo Electric (Tepco), habían negado categóricamente que Fukushima tuviera filtraciones al océano, a pesar de que estudios independientes mostraban lo contrario. Tanaka, por su parte, consideró que no es sencillo encontrar una solución rápida al problema, dada la magnitud del accidente y la peligrosidad del material, concluyendo que si alguien “tiene una buena idea, estaremos encantados de escucharla.”
[NY Times]