La lluvia de meteoros Ursidas 2025 alcanzará su punto máximo la noche del 22 de diciembre, coincidiendo con uno de los momentos más simbólicos del año astronómico: el solsticio de invierno. Aunque no es la lluvia más intensa, su valor está en el contexto, el silencio del cielo y las condiciones favorables de observación. Este fenómeno marca el cierre del calendario celeste anual y ofrece una oportunidad clara para observar estrellas fugaces sin equipo especializado. Este año, además, la Luna jugará a favor.
Lluvia de meteoros Ursidas: cuándo ocurre y por qué es especial
Las Ursidas estarán activas del 17 al 26 de diciembre, pero su máximo de actividad se concentra entre la noche del 21 y la madrugada del 22 de diciembre. Durante ese intervalo, pueden observarse hasta 10 meteoros por hora, siempre que las condiciones del cielo lo permitan.

A diferencia de otras lluvias más conocidas, las Ursidas siempre alcanzan su pico muy cerca del solsticio de invierno, lo que las convierte en un fenómeno ligado al cambio de estación. En 2025, el pico ocurre solo dos días después de la Luna Nueva, con una iluminación lunar de apenas 6%, lo que garantiza cielos más oscuros y mayor contraste para detectar meteoros débiles.
¿Dónde mirar el cielo para ver las Ursidas?
El punto radiante de esta lluvia se localiza en la constelación de la Osa Menor, cerca del asterismo del Carro Pequeño y relativamente próximo a la estrella Polar. Esto significa que, desde el hemisferio norte, el radiante es circumpolar: no se oculta en ningún momento de la noche.

Aunque el radiante indica el origen aparente de los meteoros, las estrellas fugaces pueden cruzar cualquier parte del cielo. Por ello, no es necesario fijar la vista en un solo punto. Lo ideal es observar una zona amplia, preferentemente hacia el norte o noreste, y evitar luces directas en el campo visual.
¿A qué hora verlas para tener mejores resultados?
Las Ursidas pueden observarse durante toda la noche, pero las mejores probabilidades se concentran entre la medianoche y las primeras horas del amanecer. En ese periodo, la Tierra se orienta de frente al flujo de partículas, aumentando la cantidad de meteoros visibles. Se recomienda dedicar al menos una hora continua a la observación. Dado que la tasa de meteoros es moderada, la paciencia es clave: los destellos no aparecen de forma constante, pero cuando lo hacen, suelen ser brillantes y bien definidos.

Consejos clave para observar mejor las Ursidas
Para disfrutar plenamente del fenómeno, es importante seguir algunas recomendaciones básicas. Alejarse de la contaminación lumínica es fundamental; incluso pequeños focos pueden reducir drásticamente la cantidad de meteoros visibles. También es recomendable permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante unos 20 a 30 minutos, evitando pantallas o luces blancas.

Abrigo adecuado, una silla reclinable o una manta en el suelo y una vista despejada del cielo pueden marcar la diferencia. No se necesitan telescopios ni binoculares: las Ursidas se observan mejor a simple vista, ya que los meteoros cruzan grandes porciones del firmamento en cuestión de segundos.
El cometa 8P/Tuttle: el origen de las Ursidas
La lluvia de meteoros Ursidas se produce cuando la Tierra atraviesa el rastro de polvo dejado por el cometa periódico 8P/Tuttle. Este cometa orbita el Sol aproximadamente cada 13.6 años y pierde material en cada paso cercano, formando una corriente de partículas que permanece en el espacio durante décadas.

El cometa fue observado por última vez en 2021 y no regresará al sistema solar interior hasta 2035, pero su huella sigue activa. Cada meteor visible durante las Ursidas es un fragmento diminuto de ese cometa, que se desintegra al entrar en la atmósfera terrestre a gran velocidad. Es un encuentro directo con restos de un cuerpo antiguo del sistema solar.
¿Por qué no perderse las Ursidas 2025?
Las Ursidas no destacan por cantidad, sino por momento y condiciones. Ocurren en una de las noches más largas del año, con cielos oscuros y temperaturas que suelen mantener el aire más estable. Además, al ser la última lluvia de meteoros de 2025, representan un cierre natural del ciclo anual de eventos astronómicos.

Observarlas es presenciar un fenómeno real, predecible y silencioso, donde el tiempo parece desacelerarse. En un cielo despejado, cada destello recuerda que la Tierra sigue viajando a través de restos cósmicos mucho más antiguos que cualquier calendario humano.

La lluvia de meteoros Ursidas 2025, con su pico la noche del 22 de diciembre, ofrece una oportunidad clara para observar estrellas fugaces en condiciones favorables y sin interferencia lunar. Su origen en el cometa 8P/Tuttle, su relación con el solsticio de invierno y su carácter de cierre astronómico anual la convierten en un evento que vale la pena presenciar. En un cielo oscuro y paciente, el universo todavía tiene algo que mostrar antes de que termine el año.




