En las montañas nevadas de Meili, en la provincia de Yunnan, China, ocurre un fenómeno natural que transforma por completo el paisaje durante el amanecer. Por unos minutos, la cumbre blanca adquiere tonos rojos y anaranjados tan intensos que parece estar envuelta en fuego. Este efecto, conocido como resplandor alpino, no tiene relación con incendios ni actividad volcánica, sino con la forma en que la luz solar interactúa con la atmósfera y la nieve. Lejos de ser una rareza inexplicable, es un ejemplo fascinante de cómo la física puede crear escenas que rozan lo irreal.
¿Qué es el resplandor alpino y cómo se forma?
El resplandor alpino es un fenómeno óptico que se presenta durante el amanecer o el atardecer, cuando el Sol se encuentra muy bajo en el horizonte. En esas condiciones, la luz solar atraviesa una mayor porción de la atmósfera, lo que provoca que las longitudes de onda azules se dispersen y prevalezcan los colores cálidos como el rojo, el rosa y el naranja. Al reflejarse sobre superficies claras, como la nieve o el hielo, estos tonos se intensifican.

En zonas de alta montaña, como Meili, este efecto se ve reforzado por la presencia de nubes orográficas, formadas cuando el aire húmedo asciende y se enfría al chocar con las laderas. Estas nubes actúan como un espejo natural que proyecta la luz cálida sobre la cumbre, creando la ilusión de una montaña encendida desde su cima.
¿Por qué la montaña Meili parece prenderse fuego?
La montaña Meili alcanza alturas superiores a los 6,000 metros y se encuentra en una región donde las condiciones atmosféricas cambian con rapidez. La combinación precisa de altitud, nieve reciente, nubosidad y ángulo solar permite que el resplandor alpino se manifieste con una intensidad poco común. No ocurre todos los días ni de la misma forma, lo que convierte cada aparición en un evento único.
🇨🇳 | Un fenómeno natural llamado “resplandor alpino” fue filmado en las montañas nevadas de Meili en China.
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) December 26, 2025
El fenómeno suele durar apenas unos instantes, justo antes de que el Sol ilumine completamente el paisaje. Esa brevedad es clave: el contraste entre la penumbra previa al amanecer y los colores cálidos genera una transición visual abrupta, reforzando la percepción de que la montaña está ardiendo lentamente.
La ciencia detrás de los colores del amanecer
Desde el punto de vista físico, el resplandor alpino está relacionado con la dispersión de Rayleigh, el mismo proceso que explica por qué el cielo es azul durante el día y rojizo al amanecer. A mayor distancia recorrida por la luz solar en la atmósfera, mayor filtrado de colores fríos y predominio de los tonos cálidos.

A esto se suma la forma en que el ojo humano interpreta el color. Los tonos rojos intensos suelen asociarse con calor, fuego o peligro, lo que provoca una reacción emocional inmediata. La montaña no está en llamas, pero nuestro cerebro interpreta la escena como si lo estuviera, demostrando cómo percepción y ciencia se entrelazan en la experiencia humana del paisaje.
Un espectáculo natural entre la física y el asombro
El resplandor alpino no es exclusivo de China. Puede observarse en cadenas montañosas como los Alpes, los Andes o el Himalaya, siempre que se den las condiciones adecuadas. Sin embargo, en lugares como Meili, la geografía y el clima elevan el fenómeno a una expresión visual especialmente poderosa.

Este tipo de eventos recuerdan que la naturaleza no necesita transformarse para impresionar; basta con que la luz incida en el momento correcto. El resplandor alpino es una lección silenciosa sobre la complejidad del planeta, donde procesos invisibles generan escenas capaces de provocar asombro y reflexión.

El resplandor alpino que hace parecer que la montaña Meili se incendia es el resultado de una interacción precisa entre luz solar, atmósfera y nieve. No es fuego ni ilusión, sino física en acción sobre un paisaje extremo. Este fenómeno nos invita a mirar con mayor atención los cambios sutiles del entorno y a reconocer que, incluso sin moverse, una montaña puede contar historias a través de la luz. ¿Cuántos otros espectáculos naturales pasan desapercibidos simplemente porque no sabemos cómo leerlos?




