La sábila ha sido una de las plantas medicinales más importantes desde la Antigüedad. Gracias a sus propiedades, esta liliácea de hojas carnosas ayuda a apaciguar numerosos males; por ejemplo, diabetes, problemas de piel, enfermedades digestivas (como úlceras estomacales o salmonella) y del aparato respiratorio (como la influenza), herpes, inflamación corporal y quemaduras, entre otros.
Algunas mujeres incluso untan sábila en sus pezones para facilitar el destete de sus hijos. Se usa también como tónico para limpiar el cuero cabelludo y hacer crecer el cabello; como diurético, laxante, purgante para abrir el apetito, para mejorar las digestiones lentas, la hidropesía y hasta curar parásitos intestinales.
Tomando esto en cuenta, no sorprende el hecho de que esta planta medicinal ayuda a reducir dolores como los cólicos menstruales. Según la propuesta de Yeztli, un centro educativo de medicina autogestiva para la mujer, usar tampones de sábila ayuda a desinflamar, refrescar, quitar la comezón, humectar y regular tanto el ecosistema vaginal como el pH.
Basta cortar una hoja de sábila (o aloe vera), quitar la cáscara y espinas para obtener el cristal de pulpa, dar forma al cristal con un cuchillo de manera que pueda introducirse cómodamente por la vagina, enjuagarlo con agua potable y, finalmente, introducirlo. Lo ideal es hacerlo en la noche, para aprovechar las horas de descanso. Antes de usarlo, procura poner un poco de sábila en la mano para comprobar que no tendrás una reacción alérgica (que puede llegar a ocurrir porque se absorbe directo a la mucosa). En ese caso, lo más prudente es retirarlo. Evita usarlo por períodos prolongados.