El estilo de vida sobre todo en ciudades grandes ha desembocado en estados mentales asociados al estrés y la ansiedad. Desde tiempos antiguos los seres humanos han experimentado estas sensaciones, la gran diferencia es que ahora estamos constantemente sometidos a estímulos que los detonan. La búsqueda de soluciones puede tornarse un laberinto largo y tedioso, pero el neurocientífico Andrew Huberman, de la Universidad de Stanford, cree tener la solución: El suspiro fisiológico, la respiración más efectiva para calmar la ansiedad.
A menudo las personas suelen sentirse estresadas y ansiosas como consecuencia de las largas jornadas laborales, la rapidez de la vida citadina y otros factores. Pero también existen los casos donde se hace de todo para no caer en estos estados, entonces cómo es que se puede sentir ansioso si se está durmiendo, alimentando y ejercitando adecuadamente. Incluso hay quienes practican meditaciones y disciplinas para llegar a la relajación, pero incluso así, no se logra la calma deseada.
Esto es porque la respuesta de lucha o huida del cerebro está diseñada para involucrar casi todo el cuerpo en menos de medio segundo. Ojos, cuerpo, mente y desde luego, el sistema nervioso, responderán tan rápido como si debiéramos huir de un león. Y pese a que ya no nos enfrentamos a estos peligros, hoy en día estamos constantemente sometidos a señales que sobre estimulan el cerebro. Pantallas luminosas, audífonos, ruidos estruendosos y una cantidad enorme de estímulos que activan el cerebro. Es decir, que resultará bastante complicado evitar que suceda el estrés.
Precisamente Huberman, estudia lo que influye en la respuesta al estrés con el objetivo de ayudar a bajar los niveles de ansiedad. Su trabajo consiste en ayudar a las personas a aprender a utilizar la parte parasimpática del sistema nervioso autónomo, aquella que se encarga de “digerir y descansar”. De esta manera, se reduce la activación del estrés y finalmente la ansiedad baja. Pero, ¿cómo lograrlo?
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En sus investigaciones, el neurocientífico reafirmó lo que ya se ha mencionado en estudios pasados, la respiración es pieza fundamental para calmar la ansiedad. Según el investigador, la manera más rápida y efectiva de disminuir el estrés y la ansiedad es una técnica que llamó “suspiro fisiológico”. Se trata de un patrón de respiración que el humano y los animales han utilizado desde siempre, aunque inconscientemente.
Cuando se trata de meditaciones, yoga o cualquier disciplina que tenga como objetivo acercarnos a la calma, la respiración es la piedra angular. ¿Por qué es esto así? Nuestro cuerpo, independientemente de los pensamientos, funciona como una máquina bien aceitada. Si se acelera la respiración, también lo hará el puso cardiovascular. Por el contrario, si la respiración se modulo, entonces el corazón también reducirá sus pulsaciones. Pero hay que recordar que el corazón es el motor del cuerpo, así que regular las pulsaciones a través de la respiración indudablemente también reducirá los niveles de estrés y de ansiedad.
¿Qué es el suspiro fisiológico?
Huberman explica que en su investigación descubrió que, durante el sueño y los estados claustrofóbicos, las personas y animales tienden a generar suspiros fisiológicos. Un patrón de doble inhalación seguidas de exhalaciones. Si alguna vez has observado con atención a un niño pequeño llorar, tal vez has descubierto ya el suspiro fisiológico que se produce cuando intentan calmarse. Según Huberman, un suspiro fisiológico repetido por dos o tres veces, es la forma más rápida de la que somos conscientes para llevar el nivel de ansiedad a la línea de base.
Nuestros pulmones están formados por millones de diminutos sacos de aire, pero estos colapsan cuando nos estresamos. Llevan su capacidad al mínimo, pero entonces el suspiro fisiológico los devuelve a su estado normal. Huberman explica que el desencadenante de la respiración es el dióxido de carbono, no respiramos por la necesidad de oxígeno, sino para descargar dióxido de carbono. Con este patrón de respiración, la descarga es máxima que permite entonces controlar el estrés de manera efectiva.
Quizá nunca podamos deshacernos del todo de los estímulos que causan ansiedad, pero sí podemos cambiar la manera en que la enfrentamos. El estrés no sólo es mental, también es corporal, así que aparte de buscar un refugio mental, también debemos abórdalo desde la parte física.