La amabilidad no siempre formó parte de la cotidianidad del ser humano. Nació, quizá, de un instinto de supervivencia comunitaria. No sabemos exactamente en qué momento o por qué razón, pero lo que sí es seguro es que ser amable trae beneficios tanto a la sociedad como a tu salud.
Ahora bien, nos parece mejor pensar que la amabilidad es un lenguaje, una cualidad humana que nos ayuda a evolucionar colectivamente. La compasión moldeó nuestro cerebro y corazón, brindándonos virtudes que nos hacen lo que somos hoy.
Por eso es que no debemos dejar de ser capaces de hablar el lenguaje de la amabilidad.
Sin importar cuán difícil se ha vuelto existir en este planeta, no podemos dejar de ser amables. El apoyo mutuo y la solidaridad se convierten en antídotos de la crisis. Practicar la empatía, el valor y la esperanza del futuro es parte de los placeres de la amabilidad, ¿pero por qué otra razón seríamos amables?

Lorraine Sorlet
Ser amable trae reconocimiento y admiración. Sin embargo, también tiene beneficios para la salud. Ser compasivo puede ayudar a restablecer los sistemas del cuerpo y llevarlos del estrés a un “modo de descanso”.
De acuerdo con el doctor James Doty, profesor de Stanford y escritor, nuestro sistema no está hecho para estar en “estado de amenaza” todo el tiempo. Incluso, el sistema nervioso no funciona de manera óptima bajo un estrés constante. Pero esto nos importa poco cuando el movimiento de la vida actual nos llena de adrenalina y tensión. Siempre estamos operando en modo de amenaza, atentos a nuestro entorno, alertas de cualquier señal y nunca en descanso.
Como una respuesta a este estilo de vida, el cuerpo libera proteínas inflamatorias. El sistema nervioso muestra una disminución en las capacidades del sistema inmunológico, el cual se encarga de responder a las enfermedades. En pocas palabras, estamos en constante riesgo debido a nuestro alarmante estilo de vida. Una buena y simple solución para liberarnos de esta amenaza es ser amables.

Lorraine Sorlet
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Los beneficios de ser amable
El principal beneficio de practicar la amabilidad es entrar en “modo de descanso”. El sistema nervioso reacciona a la capacidad de sentir y actuar en beneficio de otra persona. Una dosis de libertad y bienestar invade el cuerpo cuando somos amables.
“Cuando alguien actúa con intenciones compasivas, esto tiene un enorme efecto positivo en su fisiología. Lo saca del modo de amenaza y lo pone en modo de descanso y digestión. Lo que sucede cuando eso ocurre es que cambia la forma en que responde a los eventos” – (doctor Doty).
No es una coincidencia que tu vida acelerada provoque un mal estado de salud. Estar enojado o enojada con el entorno es una forma de reaccionar al estrés que vive en nosotros. Esta respuesta de miedo, ansiedad y violencia, es una fugaz reacción de nuestro modo de amenaza.

Lorraine Sorlet
Los actos de compasión ayudan a que suceda todo lo contrario. La mente se despeja y sabe que, pase lo que pase, está bajo control. No hay reacciones negativas e impulsivas. Al ser amable aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca, lo cual provoca un impulso de energía en el sistema inmunológico.
Además, en la investigación del doctor Doty se ha comprobado que ser frecuentemente amable ralentiza el proceso de envejecimiento, pues las células se ven influenciadas por el estado de tensión o descanso del cuerpo.
Así como mostrar compasión recalibra el sistema nervioso, experimentar la bondad tiene un impacto positivo tanto colectivo como individual. Mejorar nuestro sentido de bienestar está completamente en nuestras manos y en la forma en que decidimos reaccionar al entorno.

Lorraine Sorlet