Imagina que estás rodeado de un lugar paradisiaco lleno de naturaleza por doquier, las cascadas caen con sus melodiosos sonidos de efervescencia y el viento roza suavemente las hojas de los árboles. En lo lejano se escuchan los cantos de las aves, el paisaje sonoro del lugar te transporta hasta un lugar donde sólo existe la tranquilidad y simplemente no puedes hacer otra cosa más que rendirte a los pies de la madre tierra. Pero, por qué el crujir de las hojas, los sonidos del agua cayendo o los cánticos de animales resultan tan relajantes. Quizá no lo hayas dilucidado ya, pero los sonidos de la naturaleza traen enormes beneficios para nuestra mente y cuerpo.
El paisaje sonoro natural tiene el poder de cambiar el estado mental, es un hecho bien sabido desde hace muchos años. Desde mucho tiempo atrás, sabemos que si buscamos relajación, bastará con inundar nuestra realidad con sonidos de la naturaleza que nos transporten hacia un mundo lejos del físico. Incluso muchos han descrito este sentimiento como de ‘desconexión’, un adjetivo sumamente interesante que luego quedará explicado.
¿Por qué los sonidos naturales nos traen beneficios?
Entonces sabemos que los sonidos naturales están relacionados con la calma, eso es un hecho, la cuestión está en por qué sucede esto. ¿Por qué los sonidos de la naturaleza traen estos beneficios?
Una investigación de la Escuela de Medicina de Brighton y Sussex (BSMS), intenta dar respuesta a este cuestionamiento. Los científicos a cargo descubrieron que este tipo de paisaje sonoro, no sólo cambia el estado mental, sino que también incide en los sistemas corporales.
El equipo de investigadores de BSMS realizó un experimento mediante el cual los participantes escucharon ambientes pregrabados de entornos naturales y artificiales. A la par, su actividad cerebral se analizó mediante escáner de imagen por resonancia magnética (MRI) y monitorearon las respuestas del sistema nervioso mediante un registro de la frecuencia cardiaca.
Lo primero que los investigadores constataron está ligado con la red del modo predeterminado del cerebro, que es un área involucrada en estados de vigilia ‘sin tareas’ y deambulación mental. Conforme los sonidos de fondo se reprodujeron, esta red varió según el tipo de paisaje sonoro.
Descubrieron que escuchar sonidos artificiales se asocia con patrones de atención centrada hacia el interior. Este es un tipo de atención que puede desatar preocupaciones y cavilaciones sobre la vida, y que, por ende, involucra estados de estrés psicológico.
Sinfonías naturales que dan calma
Por otro lado, escuchar sonidos de la naturaleza se asocia con patrones de atención centrada en el exterior. Esto podría explicar el sentimiento de ‘desconexión’ que muchos describen al entrar en contacto con paisajes sonoros naturales.
De esta manera, los investigadores constataron que los sonidos de la naturaleza traen beneficios directamente a los sistemas corporales. Las mediciones de frecuencia cardiaca indicaron un cambio en la respuesta del sistema nervioso autónomo del cuerpo. En general, los sonidos naturales se asociaron con una disminución en la respuesta simpática del cuerpo y por el contrario, aumentaron la respuesta parasimpática.
Cabe destacar que la respuesta simpática es la responsable de que sintamos esa sensación de lucha o de huida. Por el contrario, la parasimpática ayuda al cuerpo a relajarse y funcionar en circunstancias normales, también se le conoce como respuesta de ‘descanso-digestión’.
Acerca tu oído a la naturaleza y a cambio obtendrás un estado mental lleno de paz y tranquilidad. Los cantos de los animales, el crujir de las hojas, el agua cayendo y hasta los insectos, se vuelven un mantra que nos transporta hacia un lugar distinto de nuestros adentros. Sólo necesitamos dirigir nuestra atención hacia la dirección correcta.
Referencias:
Gould van Praag, C., Garfinkel, S., Sparasci, O. et al. Mind-wandering and alterations to default mode network connectivity when listening to naturalistic versus artificial sounds. Sci Rep 7, 45273 (2017). DOI