Desde que se tiene memoria, el hongo es un vegetal “mágico”; las culturas de todo el mundo han comido o utilizado hongos medicinalmente durante siglos, siendo su principal tierra de origen el antiguo Egipto. Es decir, estamos hablando de un alimento tan viejo como la civilización más antigua de la que tiene conocimiento nuestra época actual.
Este alimento inmortal ha probado tener numerosos beneficios para la salud, sobre todo relacionados con su contenido proteínico, vitamínico y de otros compuestos que se hallan especialmente en los hongos. Quién ha vivido toda su vida comiendo hongos sabrá que, además de ser un alimento delicioso y que tiene sabores diversos según su especie, se trata de un poderoso vegetal con varios beneficios.
Existen muchas clases de hongos y setas en todo el mundo, algunos comestibles y otros altamente venenosos. Entre los comestibles, cerca de un millar de especies y variedades forman parte de las costumbres culinarias de la humanidad, según la FAO. Tan sólo en México existen 100 mil tipos de hongos, de los que sólo se conocen 3 mil.
Te compartimos algunos beneficios de comer hongos:
1. Propiedades para combatir el cáncer
En un estudio del 2010 publicado en la revista Experimental Biology and Medicine, se evaluaron cinco tipos de hongos (maitake, cremini, portobello, ostra y botón blanco) y se descubrió que “suprimían significativamente” el crecimiento y la reproducción celular del cáncer de mama, lo que sugiere que estos hongos –muy comunes– pueden fungir como quimioprotectores naturales contra este tipo de cáncer.
Además, los hongos shiitake contienen lentinan, compuesto que, según el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, puede ayudar a extender la supervivencia de los pacientes con algunos cánceres, cuando se usa con quimioterapia. De hecho, desde 1985 ha sido aprobado como un adyuvante para el cáncer de estómago en Japón, ya que tiene efectos antitumorales. De acuerdo con este centro oncológico:
el compuesto de lentinan no mata las células cancerosas directamente. En cambio, mejora el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a frenar el crecimiento de tumores. El compuesto también mata virus y microbios directamente.
2. Estimulan el sistema inmune
Está comprobado que el lentinan estimula el sistema inmonológico, al igual que el beta-glucano, un tipo de azúcar que se encuentra en las células de las paredes de los hongos. El beta-glucano se encuentra en muchas especies de hongos, incluso en las más comunes, como los champiñones.
3. Ayudan a reducir el colesterol
En general, los hongos no contienen colesterol, pero también son una buena fuente de quitina y betaglucano, que son fibras que reducen el colesterol. En un estudio del 2012, publicado por el International Journal of Medicinal Mushrooms, se encontró que las setas de ostra rosa reducen el colesterol total y el LDL (colesterol “malo”). Por otro lado, los hongos shiitake contienen un compuesto que ayuda al hígado a procesar el colesterol y eliminarlo del torrente sanguíneo, según Andrew Weil, fundador del Centro para la Medicina Integrativa de Arizona. Otros estudiosos señalan que los hongos contienen potentes fitonutrientes que ayudan a evitar que las células se adhieran a las paredes de los vasos sanguíneos, lo que mantiene la presión arterial saludable.
4. Tienen un alto contenido de vitaminas B y D
Los hongos son un fontanal de vitamina D, debido a que estos cultivos se encuentran expuestos a pequeñas cantidades de luz ultravioleta. Los champiñones y los hongos cremini en particular son ricos en vitamina D, pero además, los cremini también tienen una gran cantidad de vitamina B12 (un punto a favor para los vegetarianos, ya que dicha vitamina se encuentra con mayor frecuencia en productos de origen animal). La vitamina B tiene la capacidad de convertir los alimentos en combustible para nuestros cuerpos, dándonos energía. Esta energía además, es buena para combatir el cansancio y en ciertas dosis la depresión y la ansiedad. Por otro lado, la vitamina D ayuda a nuestros cuerpos a absorber el calcio y promover el crecimiento óseo.
5. Tienen poderes antiinflamatorios
Se ha encontrado que los champiñones contienen ergotioneína, un poderoso antioxidante que contribuye a reducir la inflamación del cuerpo. Los hongos reishi, en particular, se han utilizado medicinalmente en Asia durante miles de años, esencialmente para aliviar padecimientos relacionados con la inflamación. Por otro lado, otras investigaciones han demostrado que los hongos reishi son benéficos también para mitigar las respuestas alérgicas vinculadas con la inflamación, así como el crecimiento de tumores.
6. Los hongos “mágicos” pueden ayudar a los pacientes con cáncer
La Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York analizaron las propiedades de los hongos en 80 pacientes con cáncer que padecían ansiedad, depresión o miedo a la muerte. Los participantes recibieron dosis de psilocibina, el compuesto psicodélico que naturalmente se encuentra en cierto tipo de hongos. Alrededor del 80% de ellos experimentó “un aumento en el optimismo, un sentimiento de conexión con otras personas y experiencias místicas y espirituales. Los efectos persistieron durante el período de seguimiento de 6 meses”, según se señala en el Washington Post. La investigación, publicada en el Journal of Psychopharmacology, sugiere que la psilocibina podría ser beneficiosa para las personas con depresión o trastorno de estrés postraumático.
7. Podrían ayudar a combatir el envejecimiento
En un reciente estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania se encontró que los hongos tienen altas cantidades de dos antioxidantes importantes, la ergotioneína y el glutatión, que están asociados con propiedades antienvejecimiento: “Lo que encontramos es que, sin lugar a dudas, los hongos son la fuente dietética más alta de estos dos antioxidantes en conjunto, y que algunos tipos de hongos están realmente repletos de ellos”, advierte el profesor que lideró el proyecto. Las cantidades de antioxidantes varían según la especie; el ganador por mucho, fue el hongo porcini salvaje, dijeron los investigadores.
Para aprovechar todos estos beneficios de salud, realmente debes cocinar tus hongos
Los hongos a menudo contienen compuestos químicos que pueden interferir con la digestión y la absorción de nutrientes. Una cocción suficiente rompe las paredes de las células, inactiva los elementos antidigestivos y destruye muchas toxinas. En una investigación realizada en España en el 2017, se descubrió que la forma más saludable de cocinar los champiñones es hornearlos o asarlos a la parrilla. A diferencia de freír o asar a la parrilla, hornear los hongos hace que se pierdan menos nutrientes durante el proceso de cocción. Y a pesar de que la parrilla puede causar cierta pérdida de nutrientes, el uso de un poco de aceite en el proceso agrega antioxidantes.