Curiosamente, incluso los nutriólogos suelen dar un pase de permiso a sus pacientes cuando están a dieta para las fiestas de fin de año, celebraciones características por la simbólica cena y en general, el consumo excesivo de todo tipo de platillos, bebidas y postres.
Más allá de la celebración religiosa y cultural, las fiestas decembrinas significan para todo el planeta sabor; comemos demasiado en estas fechas, pero ¿sabes por qué? ¿Qué significa ese acto impulsivo de comer demasiado aún estando llenos? ¿Por qué realmente podemos comer demasiado cuando se trata de celebraciones culturales?
Un análisis nos muestra cómo es que una ración de cena, en un día normal, incluye unas 700 calorías. En una navidad por ejemplo, las raciones que te sirves ascienden y entonces las calorías pueden llegar hasta 2,000 en el mismo plato.
El motivo por el que ocurre esto es que nuestra mente es capaz de ignorar las señales de tu cuerpo de que ya has comido demasiado.
Otro de los motivos por los cuales comes mucho más en las fiestas es por se come un poco de todo durante una cena más prolongada. Según algunos expertos, entre estos aperitivos, la cena en sí, y las botanas, llegan a consumirse hasta 4,500 calorías por noche en las fiestas.
Pero, ¿qué pasa en nuestros estómagos cuando comemos demasiado?
El sitio web científico Nova, asociado con la Academia Australiana de Ciencias, señala que la capacidad del estómago humano no es tan grande como se podría pensar. De hecho, un estómago adulto puede sostener cómodamente alrededor de un litro de comida y bebida. Más cantidad que eso, y las cosas empiezan a ponerse incómodas.
Sin embargo, el cuerpo humano es increíblemente flexible. Incluso cuando se pone a prueba en Navidad. La nutriologa e investigadora de la obesidad infantil, Brooke Harcourt, del Instituto de Investigación de Niños Murdoch, explica que una cavidad estomacal “en reposo” es aproximadamente del tamaño de un puño, pero puede estirarse cómodamente para contener hasta cuatro litros de comida y líquido.
Esa sensación incómoda de comer en exceso se debe a que el estómago presiona los órganos circundantes, incluidos el hígado, el diafragma y los pulmones.
“En un caso grave, puede inhibir un poco su función, por lo que se hace más difícil respirar, y por ello las personas aflojan su botón superior”, explica Harcourt. Pero, más allá del placer de comer demasiado, lo cierto es que una ingesta de tantas calorías puede ocasionar problemas como falta de oxígeno, somnolencia, hinchazón y flatulencias, pesadez temporal, mareo y náusea, los llamados malestares estomacales o indigestión.