La intriga del ser humano es una concepción que lo acompaña desde su génesis. Desde los primeros pasos de nuestra especie en este planeta, las interrogantes sobre nosotros mismos y nuestro entorno nos han llevado a recorrer el mundo entero con el afán de no sentirlo tan ajeno.
Para los ancestros desarrollar el autoconocimiento reflexivo a través de la experiencia era un poco más sencillo, pues dedicaban el tiempo a experimentar el entorno. Hoy en día, la ciencia y la tecnología nos mantienen tan distraídos de lo que nos rodea que olvidamos rescatar la conexión con uno de nuestros sentidos de alerta más primitivos: la intuición.
La intuición va más allá del conocimiento que nos hace comprender la realidad. Se trata de explorar y experimentar nuestra curiosidad, de ser premonitorios a través de los sentidos. El problema, ahora, es que la globalización ha dormido el curioseo natural que nos habita. Se ha nublado nuestra visión hasta el punto de suprimir lo que muchos describirían como un “presentimiento” o una “corazonada”.
Lukasz Wierzbowski ©
Sin embargo, no todo está perdido. Desarrollar la intuición sólo se logra apartándose ligeramente de la razón y la inteligencia; necesitas ir a un nivel superior. Imagina que has llegado a tu tope de conocimiento teórico sobre el mundo —lo cual ni los más estudiosos han logrado—, esto sólo significa que conoces la capa exterior de la creación, pero lo verdaderamente importante será hundirse de forma natural en todos los ángulos de la vida, tal como nuestros ancestros lo hicieron.
Descubre tu intuición alimentando tu curiosidad
En palabras del escritor y director del Max Planck Institute for Human Development, Gerd Gigerenzer, “la forma de activar tu intuición es promoviendo un mayor aprovechamiento de la curiosidad”, es decir, vuelve a tus instintos más básicos para responder las incógnitas, mejor aún, recurre a tu sexto sentido.
Orilla a tu detective mental a sobrevivir y oblígalo a capturar las verdades de la realidad, tal como la técnica Feynman te enseña a discernir la ciencia de la pseudociencia que caracterizan la era de la posverdad. Permanecer en la superficie del entendimiento racional y empírico sólo pueden otorgarte una cosa: indolencia de la intuición.
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Será mejor que pongas a ejercitar tus sentidos para agudizarlos tanto que tu intuición se active de forma espontánea. Deja de lado las verdades que presenta la burbuja social, política y científica. Todo lo que necesitas ya está dentro de ti, ahora sólo debes estimularla, y para eso te dejamos esta
Guía para desarrollar tu intuición
Inicia con la meditación…
La meditación es el arte de conectar con uno mismo. Ésta permite a tu mente recorrer y conocer todo tu cuerpo desde el interior hasta el exterior. Concéntrate en el funcionamiento de tu organismo con cada respiración, tomando conciencia de tu mente y liberando tus sentidos.
Ahora, espera y observa…
El placer de la meditación poco a poco sembrará en ti la observación. Congela el tiempo con la mirada y trasládalo al pensamiento, una vez ahí, analízalo, recorre cada elemento que compone esa experiencia e identifica qué emoción provoca en ti.
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¿Sientes confianza?
Una vez que identifiques tus emociones deberás determinar si te dan confianza o no, ¿qué te hace creer que es real o falsa cualquiera de ellas? Siempre pregúntate por qué crees o no en lo que te rodea o escuchas. Desarrolla la confianza con tu intuición. Los pequeños pensamientos también cuentan.
Practícalo (con tus sueños)
Desarrollar la confianza puede ser complejo, pero los sueños son una excelente herramienta para practicar. Observa tus sueños, lo que te hicieron sentir: seguridad o fragilidad. La intuición se asoma a través de ellos para darnos pistas sobre lo que habita en nuestro ser y a veces nos guía a través de ellos.
La curiosidad te da respuestas…
Jamás se llega al auge de la intuición sin una curiosidad que la alimente. Ve más allá de la primera impresión o del primer sentimiento. Hazte preguntas constantemente e intenta responderlas para ir ampliando tu visión.
Más empatía, más visión y… decisiones certeras
Un presentimiento fundado en la extensa visión y la empatía se convierte en una decisión certera. El final de la guía está aquí, pero apenas es el inicio de la práctica. Los pasos son simples y naturales, el verdadero reto está en permitirle a la intuición florecer dentro de la psique humana.
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