La obesidad en México está desbordada, al menos el 73% de los adultos y 35% de los niños la tienen, lo que representa el 52% de la población. Esta condición viene de décadas de bombardeo mediático, la poca cultura de sanidad de la población, la gran disponibilidad de los alimentos chatarra, aunado a los pocos ingresos de la población.
En este escenario, la empresa Coca-Cola ha tenido un rol crucial. México es el mayor consumidor de refresco y las estrategias publicitarias de la marca incluso han llegado a enfermar a las comunidades indígenas de lugares milenarios.
Aunque la industria argumente que la responsabilidad de consumo recae en las personas y no en los consorcios, existen claros indicios de la intervención de las empresas chatarras para mantener sus ganancias pese a la salud colectiva.
Algunos claros capítulos recientes de Coca-Cola en México en contra de la salud colectiva son los siguientes: