En medio de las grandes ciudades en veces resulta un tanto pesaroso estar inmerso 24/7 en ruidos artificiales. Pero quizá en algún momento has intentado bajar las pulsaciones del corazón imaginándote un paisaje sonoro lleno de naturaleza. La efervescencia del agua al caer en las cascadas, el sutil canto de los pájaros o el romper de las olas logran transportarnos hasta lugares donde sólo existe la tranquilidad. Quizá no lo hayas dilucidado ya, pero escuchar las sinfonías de la naturaleza mejora la salud en gran medida y la ciencia explica por qué.
El paisaje sonoro natural mejora la salud
Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, la Universidad de Carleton y la Universidad Estatal de Colorado se preguntaron por los beneficios que nos trae escuchar a la naturaleza. Sus resultados publicados en Proceedings of the National Academy of Science, muestran que escuchar el paisaje sonoro de la naturaleza trae increíbles beneficios y mejora la salud.
Si estás preguntándote si estos beneficios resultan significativos, con gusto te contamos que la respuesta es afirmativa. Escuchar los sonidos de la naturaleza disminuye el estrés y el dolor, además mejora el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo. Los resultados de la investigación muestran sonidos específicos que podrían generar beneficios muy focalizados.
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Como parte de la investigación, los expertos analizaron un total de 18 estudios previos que se centraron en la misma pregunta. Gracias a esto, se sabe que escuchar sonidos artificiales se asocia con patrones de atención centrada hacia el interior. Este es un tipo de atención que puede desatar preocupaciones y cavilaciones sobre la vida, y que, por ende, involucra estados de estrés psicológico. Por el contrario, escuchar sonidos de la naturaleza se asocia con patrones de atención centrada en el exterior. Esto podría explicar el sentimiento de ‘desconexión’ que muchos describen al entrar en contacto con paisajes sonoros naturales.
También se descubrió que los sonidos naturales ayudan a activar funciones en los sistemas corporales, de ahí que influyan en el estado de salud. En general, los sonidos naturales se asocian con una disminución en la respuesta simpática del cuerpo y, por el contrario, aumentan la respuesta parasimpática. Cabe destacar que la respuesta simpática es la responsable de que sintamos esa sensación de lucha o de huida. Por el contrario, la parasimpática ayuda al cuerpo a relajarse y funcionar en circunstancias normales, también se le conoce como respuesta de ‘descanso-digestión’.
Los sonidos del agua potencian la tranquilidad
Rachel Buxton de la Universidad de Carleton junto con su equipo, realizó un análisis estadístico de las pruebas antes recogidas de investigaciones anteriores. Descubrieron que los sonidos de los pájaros ayudan a aliviar el estrés y la molestia. Mientras que los sonidos del agua, potencian las emociones positivas como la tranquilidad, la relajación y estados meditativos.

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No obstante, los investigadores están conscientes de que en medio de las grandes urbes resulta casi imposible sumergirse en las mieles de los paisajes sonoros naturales. Así que dieron respuesta al gran cuestionamiento de qué sucede si en medio de la relajación con sonidos naturales se cuelan los ruidos citadinos. Hay buenas noticias, los beneficios aún siguen ahí pese a la mezcla entre sonidos naturales y ruidos artificiales.
Existe evidencia de que los sonidos naturales ayudan a enmascarar los impactos negativos del ruido externo citadino. Escuchar una mezcla entre paisajes sonoros naturales y ruido artificial, es más beneficioso para la salud que sólo escuchar el molesto ruido de los autos. Así que si duermes con listas de reproducción de la naturaleza, seguro estás ayudando a tu cuerpo a mantener los niveles de estrés bajos, incluso si hay ruidos de autos en el exterior.
Referencias:
Buxton, R. Pearson, A. Allou, C. A synthesis of health benefits of natural sounds and their distribution in national parks. PNAS. 118 (14). DOI