La palabra yoga significa “unión”. Y es que, estrictamente, el yoga es una disciplina que aspira a la unión del espíritu con el todo. Pero en ese sentido, quizá no haya re-unión más significativa que la de nuestro espíritu con la naturaleza. Entonces, ¿qué mejor que practicar yoga junto con animales? Ejemplos de esta lógica ya hay muchos: incluso hay yoga con caballos.
Pero hacer yoga con animales que no sean domésticos o de granja parece improbable. A no ser que un hotel nos facilite tener esta experiencia con animales salvajes, sin que ello implique su cautiverio. Si a ello sumáramos que dicha experiencia fuese junto a tiernos animales como los lémures, tendríamos una sesión de reconexión espiritual y natural que además reactivaría nuestra empatía y nuestro amor.
Eso es lo que hace el Armathwaite Hall Hotel & Spa, en Lake District, un área rural en Inglaterra. Ahí, es posible hacer yoga con las decenas de lémures que viven alrededor y que, con alegría, reciben a los yoguis. Estos lémures forman parte de la reserva natural fundada por el propio hotel y que se dedica a la conservación de especies en peligro de extinción, particularmente de aquellas pertenecientes a la conflictiva zona de Madagascar, como los propios lémures.
Las clases de “Lemoga” son parte de una serie de actividades del hotel que facilitan el contacto de los huéspedes con la vida salvaje que rodea al recinto. Entre la fauna se encuentran los lémures, pero también hay adorables alpacas y suricatas. Y tanto es el compromiso de este hotel con la naturaleza que el 10% de lo recaudado en el “Lemoga Spa Break” es donado a la conservación de Madagascar. Así que se trata de una experiencia completa.