Gracias a las propiedades que la fruta seca provee al organismo, este tipo de alimentos consiste en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que ayudan a reducir y combatir los niveles de colesterol en el cuerpo. De hecho, como snack resulta ser ideal para reducir los síntomas del estreñimiento, entre otras enfermedades del hígado.
En caso que se desee hacer fruta seca casera –en vez de comprarla o esperar fechas navideñas–, te compartimos métodos sencillos y económicos para contar con una bolsa de fruta seca en casa:
– Seca las frutas al sol. El calor solar evitará consumir energía en el hogar, permitiendo conservar los frutos en frascos de vidrio herméticamente sellados. Principalmente, un día soleado por encima de los 30ºC, en un espacio ventilado –pero no húmedo–.
–Elige la fruta fácil de disecar; entre ellos: higo, ciruelas, albaricoques, fresas, manzanas, piña, moras, peras, cerezas, naranjas, frambuesas, plátano, etcétera.
– También selecciona una variedad de verduras. Entre los productos ideales son las zanahorias, chiles, jamaica, pepinos y calabazas; mientras que de hierbas, puedes elegir el perejil, romero, salvia, albahaca, orégano, laurel y tomillo.
– Utiliza materiales para evitar insectos. Durante la noche, recoge y almacena la fruta, colocándola debajo de un panel de metal o rejilla de acero inoxidable. Esto no afectará la presencia de nutrientes, pero sí evitará que se infeste de insectos sobre las bandejas.
– Para disecar en invierno, usa un horno. Establece la temperatura promedio de 60ºC para disecar las frutas al menos durante cuatro horas –y no mayor a las 12–. El horno requiere una ventilación para que la fruta no se queme en el horno.