Desde la antigüedad, la sal de mar se ha considerado como un remedio casero para numerosos males físicos, emocionales y energéticos; como por ejemplo, estrés, eczema, psoriasis, dolor muscular, celulitis, piel seca y acné. De hecho, gracias al magnesio que hay en la sal de mar, sus baños proveen múltiples beneficios para la salud. En especial cuando se trata de reducir los síntomas de:
– Enfermedades cardiovasculares,
– problemas respiratorios como el asma,
– eclampsia,
– afectaciones en la piel como eczemas,
– dolores musculares después de una actividad física intensa,
– dificultades digestivos –como laxante–,
– e inclusive dolores de cabeza vasculares.
La sal de mar ha sido utilizada para fines estéticos y de salud; como por ejemplo un remedio económico e inmediato para el estrés. Basta con relajarse en un baño con sal marina para liberarse de los síntomas causados por altas dosis de adrenalina y cortisol en el cuerpo. Esto es posible gracias a que el magnesio, un supresor de los neurotransmisores del estrés, ayudan a elevar los niveles de serotonina en el cerebro, induciendo a la sensación de bienestar, tranquilidad y relajamiento.
¿Cómo funciona?
En caso que tengas una tina, añade dos tazas de sal marina al agua tibia, y quédate alrededor de 12 minutos dentro de ella.
En caso que tengas una regadera, remoja tu cuerpo, coloca un puñado de sal marina en la mano y restriégala en todas las partes del cuerpo –enfocándolo en codos, rodillas y cuello–.
Si es posible, agrega aceite esencial de lavanda para aumentar la intensidad. Esto te ayudará a sentirte más frescx inclusive.
La sal ayudará a relajarte e inclusive a tratar cualquier hongo que se encuentre en las uñas de los pies y a sanar moretones de manera más rápido.