Es bien sabido que las primeras recomendaciones para perder peso serán una alimentación balanceada y una rutina de ejercicios. Pero, la realidad es que no todos los cuerpos funcionan de la misma forma. En ocasiones, a pesar del esfuerzo empleado, el camino para bajar de peso termina volviéndose escabroso y sin resultados.
Quizá no nos damos cuenta, pero existen pequeños hábitos que afectan nuestra búsqueda del balance. Cuando se trata de la alimentación la conciencia debe estar en equilibrio, y el proceso de descanso tiene mucho que ver.
Nuestro cuerpo es una maravilla biológica, dentro de él ocurren miles de procesos químicos y físicos que nos dotan de vida. Por esto podría pensarse que lo que otorga apariencia a nuestro cascaron biológico es sólo lo tangible; mucho se ha relacionado al aumento de peso con el tipo de alimentación o la falta de ejercicio. No obstante, también es cierto que la mente es otro factor poderoso que puede jugar en nuestra contra.
Perder peso es un objetivo a largo plazo, éste atraviesa el resto de nuestras vidas. Por ello, es importante llevar a cabo prácticas que nos ayuden a completarlo con éxito. Por suerte, los hábitos antes de ir a dormir marcarán la diferencia para bajar de peso.
Planifica el desayuno antes de ir a dormir
¿Qué sucede cuando despiertas con hambre feroz? Vamos al refrigerador y lo primero que se cruza por nuestro camino termina de forma rápida en nuestros estómagos. Para evitar esto, es importante planificar el desayuno la noche anterior.
Según un grupo de especialistas de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, un desayuno rico en proteínas más que en carbohidratos aumenta la saciedad a lo largo del día, lo que evitará que consumas mayores cantidades de alimento.
Antes de ir a dormir planifica tu desayuno. Si los ingredientes lo posibilitan, prepáralo de noche para que al despertar no termines consumiendo alimentos al azar. Toma en cuenta ingredientes como yogurt, quesos, huevo y carne que son ricos en proteínas.
Alimenta tus pensamientos (para bajar de peso)
La motivación es el motor de toda meta, sin motivación el camino de la perseverancia se convierte en el más cruel de los infiernos. Así que para lograr tus objetivos debes alimentar tus pensamientos con ideas positivas que te posibiliten tomar decisiones saludables para tu mente y cuerpo. Date a la tarea de buscar contenido que te ayude en el proceso de encontrar la fuerza voluntad para el día siguiente.
Aclara la mente y relaja el cuerpo
La comida no es lo único que causa el aumento de peso, las reacciones de la mente están íntimamente ligadas a la fisiología del cuerpo. Nuestros pensamientos son la base del cascarón corpóreo, es decir que las emociones y el estrés tienen implicaciones físicas al grado de modificar nuestra salud.
Por eso es importante que antes de ir a dormir, aclares la mente y dediques cinco minutos para meditar y procesar el estrés que se haya acumulado a lo largo del día. Concientiza tu respiración y presta atención a tu estado mental. Déjate llevar por el silencio y disfruta el gozo de la existencia, revisa las sensaciones de tu cuerpo y relájate.
El sueño reparador es esencial para bajar de peso, por el contrario, no dormir lo suficiente provoca un aumento de hasta un kilogramo por semana, según un estudio realizado por Eve van Cauter, directora del Centro del Sueño y Metabolismo de la Universidad de Chicago.
Con todos estos hábitos antes de ir a dormir lograrás mantener la mente centrada en tu objetivo y así lograr bajar de peso. Pero, sobre todo, encontrarás la forma de conectar con tu interior y lograr un equilibrio.