Después de un orgasmo, el cuerpo se siente liberado de estrés, ansiedad e incluso dolores físicos. Más allá de la magia de las conexiones nerviosas, esto se debe a la cascada de dopamina que la estructura neural libera en el momento en el que se produce un orgasmo. Es una liberación de la tensión, gracias a este pequeño y poderoso neurotransmisor.
La dopamina es realmente indispensable para el cuerpo: regula funciones como la memoria, las respuestas emocionales, el placer y la compensación, la conducta y cognición, la atención, el sueño, el estado de ánimo, el reprocesamiento del dolor y el aprendizaje. En otras palabras, la dopamina nos ayuda no sólo a sentir placer y felicidad sino también a mantenernos motivados en función de nuestros deseos. De hecho, algunos científicos la tildan de ser la “molécula de la motivación”, pues favorece la capacidad de mantener la atención durante una tarea.
No obstante, pese a la perfección del cuerpo humano, la dopamina no es inmune a los estilos de vida. Los niveles altos de estrés, la poca actividad física y mental, el abuso de sustancias o incluso el uso de gadgets electrónicos, pueden afectar la secreción natural de la dopamina en nuestro cuerpo. Para prevenir esto, aquí hay algunos consejos –además de tener sexo seguro y protegido–:
Cambia la dieta. Los alimentos influyen directamente en nuestro sistema nervioso, así que una dieta saludable y bien balanceada tiene efectos positivos en el estado psíquico. Consume plátanos, sandías, aguacates, manzanas, sésamo –o ajonjolí–, semillas de calabaza, almendras, avena, vegetales verdes, té verde, germinado de alfalfa, cúrcuma, ginkgo biloba, L-teanina, yogur, kéfir o chucrut.
Desintoxica tu cuerpo. El alcohol, el tabaco y las grandes cantidades de azúcar y otros estimulantes –como el café– reducen los niveles de dopamina en el cerebro. Haz planes detox de fines de semana. Consume más frutas y verduras, y bebe infusiones con frutas para alcalinizar el cuerpo.
Practica ejercicio regularmente. La actividad física realmente es una de las cosas más vitales para el cuerpo, pues no sólo ayuda a mantener una figura esbelta sino también a activar la mente. Hacer ejercicio libera una gran cantidad de dopamina, lo cual ayuda a la producción de células nuevas, disminuye el envejecimiento de las mismas y mejora el flujo de sangre y nutrientes.
Medita. La mente tiene una tendencia a dejarse llevar por loops que nos causan estrés y ansiedad. A través de la meditación y el mindfulness, podemos entrenar a la mente para reducir esas experiencias obsesivo-compulsivas. En diversos estudios científicos se ha demostrado que la meditación es una herramienta que no sólo calma la mente; también mejora y regula los niveles de dopamina del cerebro.
Escucha música. Sí, escuchar música activa los mismos centros de placer que durante el sexo o cuando se come un manjar de los dioses. Escuchar música que realmente nos gusta, provoca que el cerebro segregue dopamina y tengamos una sensación de bienestar, motivación e inspiración, es decir, nos brinda una sensación de rush of upliftment.
Nutre tu lado creativo. Explorar ese lado experimental, curioso y creativo, produce una increíble sensación de placer. Desde inventar un platillo en la cocina hasta recorrer los pasillos de un museo, el acto de crear nos da un sentido de satisfacción por haber cumplido algo, aumenta nuestra motivación y nos recuerda la importancia de la vida.
Cumple objetivos a pequeño y mediano plazo. Tener objetivos a largo plazo puede provocar mucha ansiedad. Los psicoterapeutas invitan a dividir en pequeños pasos esos objetivos, y así convertirlos en objetivos a pequeño y mediano plazo que puedan irse cumpliendo con el transcurso del tiempo. Esto libera una enorme cantidad de dopamina.