A nivel mediático ha adquirido un nombre potente, “lluvia de sangre”, pero en realidad se trata de un fenómeno cada vez más usual al sur de Europa y que tiene una explicación bastante terrenal. Es bastante probable que alguna vez hayas visto las calles y los coches pintados con una fina capa de barro o ciudades invadidas por polvo anaranjado, tiene una explicación y son: los vientos del sur que arrastran partículas de polvo provenientes del Sáhara.
Durante el año, el polvo del Sahara se hace presente en el Atlántico Norte, pero es desde fines de la primavera cuando comienza a cobrar notoriedad, sobre todo en el Mar Caribe y norte de Sudamérica, esto hace que se intensifiquen los colores de los amaneceres y las puestas de sol, junto con ella llega un fenómeno conocido como lluvias de sangre.
Lluvia de sangre en Grecia: Esta es la curiosa explicación detrás del aterrador fenómeno
La ciudad de Atenas y otras regiones del sur de Grecia se han visto sacudidas por una gran lengua de polvo del Sáhara que ha cubierto varios territorios de un color anaranjado. Se trata de polvo en suspensión que ha llegado hasta el país este martes procedente de África que ha dejado sorprendentes imágenes, incluso usuarios han nombrado a broma “parece Marte” a esté suceso.
Pero en realidad, la masa de aire en la que viaja el Polvo del Sahara, que tiene un espesor de entre tres y cuatro kilómetros además de una altura de 1.5 km, es cálida y seca, y dada las precipitaciones y los vientos las partículas viajan hasta cubrir de polvo rojo las casas, los coches y las terrazas.
La lluvia de sangre como se le conoce a esté fenómenos, no se trata de gotas de sangre cayendo en el cielo, pero la arena del Sáhara hace que ese color rojizo nos haga recordar a este fluido pues su intensidad depende de la condensación del polvo en el aire.
Habitualmente vemos el cielo azul porque, de todos los colores, este es el que dispersan las moléculas de nuestra atmósfera, salvo en los amaneceres y atardeceres, donde dominan los tonos rojizos y anaranjados porque los rayos del sol atraviesan un mayor volumen de atmósfera.
Es así como, cuando hay una alta concentración de polvo, los rayos del sol interactúan con estas partículas para formar un filtro que intensifica los tonos cálidos del cielo, de ahí que se puedan apreciar matices de fuego.
Entonces, ¿la lluvia de sangre se debe a la calidez de la atmósfera que se combina con los polvos?
Las gotitas de agua en nuestra atmósfera no sólo están formadas por agua, necesitan un “núcleo de condensación” para que alcancen un mayor tamaño y puedan caer por su propio peso. Estos núcleos pueden ser sales minerales, materia orgánica, bacterias o polvo en suspensión.
La superficie se calienta y se levantan partículas, que son arrastradas a grandes distancias por el viento. Pues bien, una vez esas partículas están en suspensión, se van agregando a las gotitas de agua evaporada y acaban cayendo en forma de barro, mientras el polvo cambia el aire de color.
Aunque nos dé la sensación de estar en una película de ciencia ficción cuando aparece este fenómeno, lo cierto es que este tipo de lluvia es muy beneficiosa para los campos de agricultura y las plantas en general. La arena del desierto aporta numerosos nutrientes a la vegetación.