La pregunta por el surgimiento del Universo ha sido causante del desvelo de millones de científicos en el mundo, que siguen intentando descifrar si el Big Bang realmente fue el comienzo de todo. Pero no se puede negar que la incógnita de cómo terminará todo, si es que algún día sucede, resulta mucho más difícil de afrontar pues implica preguntarse por el final del inmenso hogar cósmico donde estamos sumergidos. Para añadirle un poco de intriga al cuestionamiento, los científicos predicen que será un desenlace violento al que han llamado Big Rip o el Gran Desgarro.
Existen muchas teorías de cómo terminará el Universo, aunque hay que recalcar que no se puede decir que alguna de ellas sea la verdad absoluta. Lamentablemente los modelos científicos con los que los astrofísicos intentan comprender la realidad están todavía muy alejados de darnos una visión completa de cómo interactúa el Universo en su totalidad. Por lo tanto, todo lo que se estipule en las teorías es sólo eso, una hipótesis a la espera de ser refutada por otra que cuente con mayores argumentos científicos.
Un fluido misterioso llamado energía oscura
Hoy en día sabemos que el Universo no es un ente estático, sino que se encuentra en expansión constantemente. Sin embargo, no siempre se creyó de esta forma, de hecho, el mismo Albert Einstein hizo modificaciones en sus ecuaciones de la Relatividad General, introduciendo un valor conocido como la Constante Cosmológica, para que le diera un Universo estático. Más tarde y gracias a Edwin Hubble que descubrió que las galaxias se alejan unas de otras constantemente, sabemos que el Universo no se está quieto.
En ese sentido y tomando en cuenta que el Universo no está vacío, las ecuaciones de Einstein y la física de partículas, nos ayudan a comprender mejor las interacciones entre partículas diminutas, fluidos con propiedades diversas y cuerpos de gran tamaño. Así surgió la hipótesis de que existe un fluido que no podemos detectar con ninguno de los artefactos para recolectar datos del Universo, pero que está ahí presente pues produce una especie de presión que tiende a acelerar la expansión del cosmos. A este fluido que más bien sería un tipo de energía, se le conoce como energía oscura.
El Gran Desgarro
Cuando la teoría del Big Bang empezó a ganarse el respecto de los físicos, comenzaron a formarse tres panoramas para el comportamiento de nuestro Universo y su desenlace. Un escenario plantea que el Universo tiene una densidad crítica y que por lo tanto, la fuerza del Big Bang iría frenándose poco a poco hasta llegar a un punto de retorno. Entonces sucedería lo que se conoce como el Big Crunch, que es lo contrario de la gran explosión y que llevaría nuestro Universo a una implosión.
Otra de las posibilidades es que el Universo no tenga la fuerza suficiente para romper con la expansión constante y se quedé sempiternamente expandiéndose sin un final. Pero una tercera posibilidad dice que un tipo de energía conocida como energía oscura, estaría presente en todo el Universo produciendo una presión que tiende a acelerar la expansión del Universo. En ese sentido, llegará un momento en donde el cosmos no lo soporte más y termine por desgarrarse violentamente, las galaxias perderán cohesión interna y todos los planetas, sus satélites y los objetos cósmicos terminarán por desparramarse sin control. Luego de la dramática ruptura, el Universo dejará de existir tal y como lo conocemos para pasar a ser una simple sopa de pura radiación.
A esta teoría cosmológica del fin del Universo se le conoce como Big Rip o el Gran Desgarro. Aunque no hay de qué preocuparse pues según los cálculos de los cosmólogos, faltan todavía 130 mil millones de años para que el Big Rip ocurra, si es que la hipótesis es acertada. Por lo tanto, debe mantener la calma pues nuestro Universo es todavía muy joven, tan sólo tiene 13 mil 700 millones de años, le queda una larga vida por delante.