El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), es el más poderoso en su tipo, por lo que los investigadores mantienen sus ojos puestos en los resultados de sus experimentos. Sin embargo, hasta el más grande y potente colisionador de partículas del mundo, necesitó de una pausa para trabajos de mantenimiento, consolidación y actualización que lo obligaron a parar por más de tres años. Pero el lapso de inactividad ha terminado y finalmente se ha reiniciado el enorme circuito de 27 kilómetros de longitud.
Finalmente después de más de tres años de que la maquinaria pesada del LHC se apagara, se ha reiniciado la emisión de partículas. Un hecho que mantiene a toda la comunidad de físicos a la expectativa pues gracias a este ambicioso proyecto se han cimentado las bases de la física de partículas.
Dos protones encabezaron el reinicio
El reinicio del Gran Colisionador de Hadrones se celebró con dos haces de protones que se pusieron en circulación en direcciones opuestas alrededor del circuito en forma de anillo. Los protones alcanzaron una energía de inyección de 450 mil millones de electronvoltios (450 GeV). Este es tan sólo el comienzo, pues los operadores del LHC esperan que conforme pase el tiempo, el mantenimiento y las actualizaciones den sus frutos, aunque los primeros rayos puestos en circulación representan el reinicio exitoso, tras el arduo trabajo para mejorar las instalaciones.
“Las máquinas y las instalaciones se sometieron a importantes actualizaciones durante el segundo cierre prolongado del complejo de aceleradores del CERN”, dice el Director de Aceleradores y Tecnología del CERN, Mike Lamont. “El propio LHC se ha sometido a un amplio programa de consolidación y ahora funcionará con una energía aún mayor y, gracias a las importantes mejoras en el complejo de inyectores, proporcionará muchos más datos a los experimentos mejorados del LHC”.
Los rayos piloto que atravesaron el anillo del CERN, marcan el comienzo de los preparativos de un periodo de 4 años en donde los físicos se encargarán de tomar datos importantes provenientes de la colisión de partículas. Periodo que iniciará formalmente en el verano de 2022.
Pero hasta que esto suceda, los expertos del Gran Colisionador de Hadrones, trabajarán las 24 horas del día para volver a poner en marcha la gran maquinaria que, se espera alcance progresivamente la energía y los haces emitidos antes del parón de actividades e incluso más. Los directivos del LHC han dicho que con este nuevo reinicio y el mantenimiento que se le dio durante el largo periodo, la colisión de partículas alcanzará una energía récord de 13.6 billones de electronvóltios (13.6 TeV).
Por qué es tan importante el LHC
El Gran Colisionador de Hadrones es un anillo de 27 kilómetros de circunferencia, que se encuentra a 100 metros bajo tierra en las instalaciones del CERN. Es una especie de laboratorio en donde se recrean las interacciones de partículas, que en algún momento se propiciaron en el cosmos durante el estallido del Big Bang y la colisión entre distintos cuerpos celestes.
Es de gran importancia para comprender la composición de nuestro Universo y por lo tanto de la realidad, pues gracias a que en su anillo se ponen en circulación haces de partículas a grandes velocidades y en direcciones contrarias, se pueden registrar las partículas resultantes de tales choques. Así se obtienen datos que hasta ahora han conformado el Modelo Estándar de Partículas, del cual forman parte la famosa partícula conocida como Bosón de Higgs e incluso también puede darnos luz sobre los llamados neutrinos que esconden grandes secretos sobre la materia oscura.