La necesidad del humano por expandir su abanico de conocimientos lo ha llevado hasta rozar los límites que en la antigüedad eran impensables. Quizá sea por esto que la exploración espacial roza en la ciencia ficción y cuando se trata de balancearse peligrosamente entre lo conocido y lo desconocido, cualquier cosa puede suceder. Por ello, muchos se preguntan qué sucede cuando un humano visita el espacio y los riesgos que esto conlleva, es decir, qué pasaría si un astronauta se pierde en el espacio.
Los astronautas son personas que atraviesan una ardua preparación para visitar los confines de la Tierra. Hasta ahora lo más lejos que ha llegado un ser humano, es a la cara oculta de la Luna. Sucedió en 1970, cuando la misión tripulada Apolo 13 que estaba destinada a visitar el satélite tuvo que abortar el alunizaje debido al incendio de un tanque de oxígeno. En vez de aterrizar en la Luna, la tripulación dio la vuelta al satélite natural y regresó a salvo a la Tierra.
Y aunque en esta misión no hubo alunizaje, existieron otras más aparte del Apolo 11 en las que astronautas posaron sus pies sobre la superficie lunar. En estos casos, su deber de exploración les demanda realizar caminatas espaciales, sino no, no habría sentido detrás de las misiones tripuladas. Y justamente en este punto es donde las personas se preguntan, qué pasaría si un astronauta se alejara tanto de su nave que terminara perdido en el espacio.
¿Qué sucede si un astronauta se pierde en el espacio?
Primero hay que aclarar que la supervivencia allá afuera parece ser nada fácil, empezando por el hecho de que no existe el oxígeno puro para respirar. Por ello, horas antes de realizar una caminata espacial (EVA), introducen sus cuerpos dentro de trajes especiales presurizados, para mantenerse a salvo una vez que abandonen la nave. Dentro de estos trajes, tienen el oxígeno necesario para respirar por periodos prolongados, así como agua para beber.
Imagen: NASA
Una vez que están listos para salir de la nave, lo hacen a través de una puerta especial llamada esclusa de aire. Funciona como una habitación que mantiene hermético el interior de la nave espacial. Tienen dos puertas y una vez que se cruza la primera, debe cerrarse para mantener la presurización de la nave. Luego entonces pueden abrir la segunda puerta y salir al espacio exterior.
Desde luego que quedar perdido en el espacio es una posibilidad, por ello no se desplazan libremente sin seguridad. Sino que se mantienen atados a su nave a través de correas de seguridad, para evitar esta posibilidad. Aunque si esta medida falla, todavía les queda una opción más para sobrevivir al viaje espacial sempiterno.
Detrás en sus espaldas cargan una especie de mochila llamada SAFER (Simplified Aid for EVA Rescue). Este dispositivo utiliza pequeños propulsores a chorro para permite a los astronautas desplazarse en el espacio más rápidamente. Así, si un astronauta se llegara a soltar de las correas de seguridad, puede utilizar SAFER para ayudarse a volar de regreso a su nave. El mecanismo de control de SAFER, es muy parecido al de un joystick de videojuegos.
Imagen: SAFER
En un caso remoto en el que SAFER agote su casi más de un kilo de combustible, existe todavía la posibilidad de que un compañero llegue hasta él para salvarlo. No obstante, si esto no sucede, no existe un protocolo para salvarlo y quizá es momento de preocuparse. Comenzará un viaje sin destino conocido mientras espera que se agoten sus casi 7.5 horas de oxígeno respirable.