La Luna ha hechizado a la humanidad desde tiempos muy antiguos, no es casualidad que culturas antiguas la tomaran como una parte importante de su cosmovisión. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando la tecnología alcanzó la posibilidad de inmortalizar su imagen, la primera fotografía de la Luna que sobrevive hasta nuestros días fue tomada hace más de 180 años y sigue causando asombro.
Hoy en día capturar al satélite natural terrestre no resulta tan complicado, cualquiera con un smartphone con un zoom adecuado, puede dar clic para sacar una fotografía de la Luna. La calidad es un asunto aparte pues incluso con la avanzada tecnología, las imágenes del satélite no siempre salen como uno espera, pero al menos podemos obturar en cuestión de segundos y no enfrentarnos al constante movimiento del astro en el cielo.

Ahora imagine aventurarse a tomar una fotografía de la Luna cuando todavía no existían las cámaras con zoom, sino que sólo había un aparato llamado daguerrotipo. Este realizaba una vaga impresión de la realidad en una superficie pulida de plata y requería de mucho tiempo de exposición para lograr una fotografía más o menos clara.
La primera fotografía de la Luna que sobrevive en la actualidad
Desde luego que el inventor de dicho dispositivo se aventuró a apuntar su daguerrotipo hacia la Luna. Louis Daguerr en enero de 1839 apuntó hacia el satélite natural y logró tomar la primera fotografía de la Luna, lamentablemente no se guardan registros visuales de este hecho, ya que en marzo de ese mismo año su laboratorio se quemó accidentalmente, destruyendo sus registros y fotografías experimentales, entre ellos la fotografía de la Luna.
Un año más tarde, el 23 de marzo de 1840 un neoyorquino llamado John William Draper, logró captar la primera fotografía de la Luna que todavía sobrevive hasta nuestros días. Draper fue un pródigo investigador que incursionó en las áreas de medicina y química, esta última fue parteaguas para que lograra experimentar con la fotoquímica.

Draper apuntó su telescopio de 5 pulgadas hacia el satélite natural y tuvo dificultades para seguir su movimiento a través de la bóveda celeste. Pero luego de arduos esfuerzos y de una exposición de 20 minutos, logró tomar la primera fotografía de la Luna que puede ver en la parte de arriba.
Si bien se trata de una fotografía poco claridosa a comparación de las que Daguerr logró tomar una década después, la imagen de Draper marca el inicio de la astrofotografía y se ha convertido en una importante documentación cultural y científica a nivel mundial.