Conforme vamos creciendo parece que el tiempo pasa más rápido y el día no alcanza para realizar todas las actividades que desearíamos. Pero es un hecho, esta impresión es sólo eso: una perspectiva. Recientemente, la neurociencia ha revelado lo que sucede en nuestro cerebro y por qué la compleja mente humana cree que el tiempo es relativo.
El neurocientífico David Eagleman decidió investigar la percepción del tiempo a partir de una caída libre que sufrió de niño en la que sintió que iba en “cámara lenta”. Este fortuito descenso le bastó para reconocer que el cerebro humano es el culpable de que cada persona entienda y perciba de forma distinta el tiempo.
Entonces… ¿Por qué el tiempo pasa más rápido?
David decidió explicar, en un corto video para la BBC, que esto no depende de la velocidad del tiempo, sino de la acumulación de los recuerdos en el cerebro y de las nuevas experiencias que podamos vivir.
Cuando somos niños nuestro cerebro es prácticamente nuevo y está listo para aprender, recibir tanta información y recuerdos como sea posible. Durante la niñez aprendemos y experimentamos cosas nuevas casi todo el tiempo y, por lo mismo, el cerebro gasta más energía para entender lo que está sucediendo porque es algo que no reconoce.
El cerebro construye la memoria a partir de los años, para que cuando crezcas y veas algo, tu mente lo recuerde y el cerebro no tenga que trabajar más de la cuenta. Es por esto que al crecer (ya que la edad se acumula) los recuerdos se amontonan en la mente: el cerebro no necesita vivir todo lentamente porque ya estaba almacenado.
La sensación de que el tiempo pasa muy rápido se debe a que has estado haciendo las mismas actividades por años, entonces parece que la velocidad de las horas aumenta porque tu cerebro no se ocupa en aprender algo nuevo (lo cual le tomaría más tiempo de trabajo).
¿Cómo puedo detener el tiempo?
La forma más sencilla para controlar el tiempo es vivir nuevas experiencias. Tan simple como cambiar de mano tu reloj, tomar otra ruta al trabajo, aprender a tocar un instrumento o ver nuevas películas.
Realiza actividades que le tomen más tiempo de trabajo a tu cerebro para que gaste más energía y aproveches cada minuto del día en algo que consideres productivo.