En los últimos años se ha comenzado a recuperar espacios públicos abandonados de numerosas ciudades. Desde áreas debajo de puentes hasta antiguas estaciones de metro. Esto ha permitido que el diseño urbano sea no sólo estéticamentemente más agradable, también más eficiente y sustentable en su totalidad.
Un ejemplo de este caso es el nuevo parque subterráneo que tiene lugar en la ciudad de Nueva York (EE.UU.), el cual reemplazará una estación del metro abandonada por un área verde funcionando con energía solar.
Este proyecto, conocido como Lowline project, tenía el objetivo de usar filamentos de fibra óptica para conectar los canales de luz de los conectores de la calle a las galerías de abajo. Sin embargo, tras una larga investigación asociada con Sun Portal, firma de Corea del Sur, se reemplazó la electricidad con fotones 100 por ciento orgánicos que proyectan un respaldo de 100 lux en un misterioso amarillo-verdoso. Esto permitirá que la luz del sol brinde un espectro y una intensidad propia que sustente el oasis subterráneo.
Si bien se trata de un proyecto que inicia en otro país, la realidad es que podría usarse esta tecnología para recuperar otros espacios públicos. De esta manera no sólo se reduciría la huella ecológica de este espacio inutilizado y abandonado, también podría fungir como un “micro pulmón” que brinde balance a nuestro planeta.