Desde hace unos años, distintas organizaciones ambientalistas han estado advirtiendo que la vaquita marina podría extinguirse muy pronto. De hecho, según datos de Greenpeace, quedan sólo 97 ejemplares en su geografía endémica, el Mar de Cortés (México).
La causa de su abrupta disminución está relacionada con la pesca ilegal en la zona; por ello, vigilar y asegurar la detención de esta práctica es impostergable para salvar a dicha especie. Entre las estrategias que se estarán aplicando para no permitir que la vaquita marina desaparezca están algunas campañas, y también podría figurar el uso de drones para evitar la pesca ilegal en el lugar.
Recientemente Alejandro del Mazo, representante del gobierno mexicano, declaró que se han estado probando algunos drones para circundar el área del Mar de Cortés y aseguró que se estarán usando próximamente al menos tres de ellos para vigilar el área y así reaccionar con mayor rapidez al momento de detectar pesca ilegal en la zona.
La pesca ilegal está acabando con la vaquita marina porque se intentan atrapar los peces conocidos como totoaba, cuya pesca es ilícita, pero existe un amplio mercado en China que consume este alimento hasta por 20 mil dólares por kilo del buche de cada ejemplar.
En marzo el gobierno mexicano lanzará un plan para conservar a la vaquita marina, aunque debe aclararse que tal respuesta ha sido el resultado de años de lucha por parte de la sociedad civil para rescatar a este bello animal, cuya apariencia es similar a la de un delfín pero con unos ojos manchados que recuerdan a los de un oso panda; una especie única y que requiere de acciones contundentes por parte de los humanos para sobrevivir.
Si quieres apoyar en la lucha por salvar a las vaquitas marinas, puedes firmar aquí.