Si Júpiter se caracteriza por algo además de su enorme tamaño, es por poseer un gran número de lunas entre las que está Ío. La luna fue descubierta por Galileo Galilei en 1610 junto con los demás satélites galileanos: Calisto, Europa y Ganímedes. Tanto el planeta como sus lunas jovianas han causado gran intriga entre los astrónomos y ahora la nave espacial Juno se acercó tanto a Júpiter, que logró enviar impresionantes imágenes de Ío, las más detalladas hasta ahora.

En 2006 la sonda New Horizons se acercó a Júpiter retratando al gigante gaseoso y su sistema de lunas. Estas fueron en su momento, las fotografías más certeras que la humanidad pudo observar de Ío, no obstante, la sonda continuó con su camino hacia Plutón y ahora ha alcanzado un hito astronómico al posicionarse a 50 Unidades Astronómicas de distancia.
Desde entonces no hubo otra misión que se acercara tanto a Júpiter como para fotografiar de cerca a sus lunas, hasta ahora que Juno está sobrevolando los terrenos desolados de Ío que se sabe que es la luna más volcánica de todo el Sistema Solar.
Explorando Ío, la luna joviana
La nave espacial Juno de la NASA despegó de la Tierra en 2011 con el firme propósito de estudiar a profundidad a Júpiter y su sistema de lunas. En 2016 alcanzó la órbita joviana y desde entonces ha estado sobrevolando de cerca al gigante gaseoso para desentrañar los misterios de su atmósfera y sus lunas.
Recientemente la NASA dijo que Juno sobrevoló muy de cerca al satélite Ío, la más interna y la tercera más grande de las cuatro lunas galileanas. Acorde con los datos de la agencia espacial, la sonda sobrevoló a tan sólo 51 mil 500 kilómetros de la superficie de Ío, obteniendo las fotografías más detalladas hasta ahora.

Ío tiene una superficie parecida a una pizza con un aspecto colorido y moteado que proviene de la alta actividad volcánica en el satélite. Según las investigaciones, existen cientos de respiraderos y calderas en su superficie, que crean una gran variedad de características que la vuelven muy interesante.
La luna joviana está recubierta además de columnas volcánicas y flujos de lava de todo tipo de colores, desde tonos rojizos hasta naranjas, pasando por los amarillos y negros. Los datos de observación sugieren que la actividad volcánica ha desencadenado ríos de lava que se extienden por cientos de kilómetros.
Pero lo más interesante es que las imágenes obtenidas por Juno, muestran algunos cambios sutiles con respecto a las fotografías tomadas anteriormente por New Horizons.
“Los cambios superficiales son bastante sutiles, pero hay al menos dos”, explica Jason Perry investigador de Juno. “El primero es un pequeño flujo desde el extremo este de East Girru. Este es un punto de acceso [volcánico] visto por primera vez por New Horizons en medio de un mini estallido. Todavía activo según Juno JIRAM”, este último es el instrumento dual llamado Jovian InfraRed Auroral Mappe compuesto por un espectrómetro y un telescopio que permiten a la sonda obtener imágenes ampliamente detalladas.

El segundo cambio notorio es un enrojecimiento en el cráter volcánico Chors Patera. “El material rojizo en Ío indica la presencia de S3-S4, azufre de cadena corta que debe renovarse regularmente a través del vulcanismo activo a alta temperatura”, dijo Perry.
Las diferencias entre imágenes captadas por New Horizons y Juno, permitirán a los astrónomos comprender mejor la dinámica volcánica de Ío. Juno no ha terminado su trabajo en la órbita joviana y este es tan sólo el tercero de los nueve sobrevuelos que la NASA pretende realizar alrededor del satélite. El próximo de ellos está programado para febrero de 2024, cuando la sonda baje a 1,500 kilómetros de la superficie de la luna y donde se obtendrán nuevas imágenes más detalladas.