Con frecuencia pensamos que las matemáticas son un invento del hombre y aunque en cierta medida esto es verdad, lo cierto es que es más un lenguaje que para entender la realidad en que vivimos. De hecho, la naturaleza está plagada de referencias matemáticas que por sus características rayan en lo místico. Estos son 3 fenómenos matemáticos presentes en la naturaleza.
Fractales
La fractalidad está presente en muchos ámbitos, no sólo de nuestro mundo sino del cosmos en sí mismo. No obstante, no dejan de representar uno de los fenómenos más asombrosos que existen en la realidad, patrones autorreferenciales que se repiten sempiternamente, así son los fractales. Cuando más se de cerca se observan, mayores repeticiones aparecen una tras otra.
Existen múltiples simulaciones de fractales infinitos que por más que se observan de cerca, simplemente no tienen fin. Aunque en la naturaleza los fractales sólo pueden replicarse hasta ciertas capas, como por ejemplo en ciertas plantas como los helechos o algunas especies de cactáceas.
La proporción áurea
Tildado por algunos como la proporción divina, el número Phi es un número algebraico irracional cuyos decimales tienden al infinito. Pero no es por esto que se ha vuelto tan popular entre los amantes de las matemáticas, sino por coronarse como una relación entre dos dimensiones que resulta estéticamente bella. Así, la proporción áurea está geométricamente presente en casi todos lados a donde se mire la belleza: en las conchas de caracoles, el crecimiento de las plantas, las dimensiones de nuestro cuerpo y muchos artistas la han tomado como referencia para crear sus obras de arte.
El número Phi incluso se alza entre los amantes de lo místico como un precepto irrefutable de que la geometría más que el simple estudio de las figuras, es la configuración misma de la verdad del Universo. La Geometría Sagrada se adentra en intentar comprender el origen de nuestra realidad basada en la magia de las matemáticas.
El número Pi
Pi es un número que se nos enseñan en la escuela para comprender las proporciones de la circunferencia y el círculo, pues se sabe que el diámetro de una circunferencia cabe ligeramente arriba de tres veces en su perímetro. Pero entre más nos adentremos en las matemáticas, mayores apariciones observamos de Pi, que es más que un simple número con decimales que nos obligan a memorizar en la escuela.
Cuando se observan otros ámbitos de la realidad, de pronto nos damos cuenta de que Pi está presente en casi todas partes. No sólo vincula a todos los círculos sin importar sus dimensiones, sino que aparece en fórmulas que poco se acercan a estas figuras. Los estudiosos de las matemáticas lo saben muy bien, pues a menudo utilizan el número Pi para conocer más sobre probabilidades y el cálculo complejo.
Y aunque se cree que es número muy común del que se conoce mucho, en realidad es más lo que desconocemos de él que lo que sabemos de sus propiedades. Pi es infinito y por lo tanto, es incognoscible pues entre sus decimales infinitos todavía no se encuentra un patrón que los defina. Tan es así que usted puede encontrar su fecha de nacimiento o el número de su móvil entre los decimales de Pi, aunque para ello debe echar mano de herramientas de búsqueda de los 50 billones de dígitos que conocemos hasta ahora de Pi. Es tan importante que se le ha dedicado un día especial cada año para celebrarlo y comprender su presencia en la naturaleza y la vida misma.
La verdad subyacente en Pi no es comprensible todavía para los humanos y ahí radica su magia, pues aunque es uno de los números más usados en las matemáticas, guarda en sí una mística que escapa a nuestro entendimiento.