Desde hace unos meses, organizaciones ambientalistas han estado advirtiendo que solo quedan 97 vaquitas marinas en el Mar de Cortés de México, de donde es endémica esta especie.
De desaparecer la vaquita marina de esta zona, su especie se extinguiría completamente de la Tierra, pues no se encuentra en ningún otro espacio del océano, ni si quiera de tránsito. En este escenario, el gobierno mexicano anunció el uso de drones para vigilar y cuidar el sitio de la pesca ilegal del totoaba, un pez cuyo mercado negro en China está creciendo exponencialmente, y cuya pesca ha afectado a la vaquita de mar, que termina enredada en las redes.
En un comunicado, Greenpeace, uno de los mayores promotores del cuidado de la vaquita de mar ha hecho algunas críticas al plan de rescate de esta especie por considerarlo insuficiente a largo plazo.
En realidad, los pescadores y habitantes de la zona pueden ser la mejor vía para salvar a esta especie, o en su contraparte, para acabar con ella. Por ello, las transferencias económicas (temporales) que está proponiendo el gobierno federal de México como una estrategia para detener la pesca ilegal, quedan cortas para asegurar una vida digna a largo plazo para los habitantes del sitio.
Otros puntos cuestionables.
El gobierno federal prohibió la pesca ilegal en la zona solo por dos años, lo que no contribuye a la regeneración de la vaquita marina.
Es de suma importancia trabajar paralelamente con alternativas económicas y pesqueras para las comunidades, que les permitan vivir dignamente a largo plazo y de forma sustentable, más allá de recibir una compensación económica temporal.
El gobierno debe hacer efectivo que el 1 de marzo sea oficial la pesca ilegal en el lugar con la publicación de este tema en el en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Hasta hoy mas de 360 mil personas han firmado la petición en línea para presionar al gobierno mexicano para salvar a la vaquita marina. Puedes firmarla aquí.
Puedes también mencionar a la Profepa y a la Semarnat al compartir esta nota como un medio de presión ciudadano.