Los adultos ahora viven preocupados por el futuro de las generaciones más jóvenes; ya sea su dependencia al teléfono celular, su pasión por enfrentar las crisis e injusticias o su presunta pereza (que se esconde tras las supuestas responsabilidades sociales), la preocupación está latente. Pero, ¿qué es la generación Z, una ola de presagios catastróficos o, tal vez, una generación más sana y preocupada por su entorno?

Ian Hurley
Las cifras han hablado y parece que la generación Z (los que nacieron a partir de 1997) está llena de jóvenes que se alejan más de las adicciones y los vicios para concentrarse en su familia, estudios o algunos problemas sociales que afecten su futuro. Por ejemplo, de acuerdo con el estudio HSBC patrocinado por la OMS, el nivel de satisfacción en los jóvenes ha aumentado del 28% al 44% desde 2002.
Entonces, si tenemos chicos más felices, ¿por qué creemos que tienen un futuro devastador? Retomando la reflexión de KiKo Llaneras presentada en El País, podríamos decir que los adultos están condenados a nunca entender a los adolescentes (no importa la época en la que leas esto).
Pero la realidad es que hay otros factores que demuestran que la generación Z es más empática y sana. Por lo tanto, el futuro está en buenas manos, así que no tenemos por qué preocuparnos. Sin embargo, si queremos explicar el fondo de esta latente angustia por el futuro de los jóvenes, podemos explicarlo a través de tres sencillos aspectos.
3 claves de la generación Z
1 Evaluar bien los peligros
Esto quiere decir que no estamos considerando los riesgos de acciones tan simples como fumar o vivir una vida sedentaria, aspectos que los más jóvenes están evitando replicar. Incluso se preocupan por los efectos de las condiciones ambientales en su salud.
2 Lista de prioridades
Hasta ahora, las prioridades de las generaciones adultas han sido ganar más dinero, tener un trabajo importante y vivir con estabilidad. La generación Z ha reubicado la lista de prioridades de otra forma y el primer lugar podría estar entre tener una buena salud (en todos los aspectos) y ser felices a partir del progreso como sociedad.
3 No hay imposibles
Si algo define a los adultos es el miedo a arriesgar más para tener mejores resultados. La generación Z es experta en hacer cosas que otros piensan que son imposibles. Salvar al mundo, cambiar nuestros hábitos de consumo e incluso preocuparse por el bienestar social y la justicia.
Estos tres elementos han definido la diferencia entre las acciones de la generación Z y las antiguas costumbres que, francamente, no nos han llevado a un muy buen camino, y es que los jóvenes han decidido seguir convicciones que son funcionales y adecuadas para el tiempo que viven.
El potencial existe, lo único que necesitamos es trabajar en conjunto para que dondequiera que las nuevas generaciones decidan llevar el mundo… sea la mejor decisión para todos los que habitamos el planeta.

Ian Hurley