Hace 17 años, el astrofísico J. Martin Laming del Laboratorio de Investigación Naval de los EE.UU, desarrolló una teoría sobre la composición del Sol. En ella indagó en por qué la capa más externa del Sol, difiere de la capa interior. Casi 20 años después y gracias a observaciones combinadas de las ondas magnéticas del Sol desde la Tierra y el espacio, la teoría ha sido confirmada.
El mismo Martin describe en su más reciente artículo de revista, cómo las ondas magnéticas modifican la composición química en un proceso nunca antes visto en astrofísica o la física solar, pero bien conocido en las ciencias ópticas. Pese a que la teoría de Laming se publicó oficialmente en 2004, el científico lleva desde la década de los 90, explorando el comportamiento del Sol.
La actividad solar y el campo magnético
Nuestra estrella principal, al igual que los planetas, está formada por diversas capas. La capa externa llamada corona solar, sólo es visible desde la Tierra durante un eclipse solar total. Toda la actividad concentrada en esta capa, como erupciones solares, eyecciones de masa coronal, viento solar y partículas energéticas, se produce gracias al campo magnético solar. Estas diversas manifestaciones se propagan mediante oscilaciones u ondas en las líneas del campo magnético.
No obstante, cuando las ondas golpean las regiones inferiores del Sol, es decir, la capa interna, provocan un cambio en la composición química.
“Las mismas ondas, cuando golpean las regiones solares inferiores, provocan el cambio en la composición química, que vemos en la corona a medida que este material se mueve hacia arriba. De esta manera, la composición química de la corona ofrece una nueva forma de comprender las ondas en la atmósfera solar y nuevos conocimientos sobre los orígenes de la actividad solar”, explica Laming.

Imágenes de luz blanca de la corona solar durante los eclipses solares totales de 2019 en Chile.
Así, ha quedado comprobada la teoría que explica el porqué las capas del Sol difieren en composición química. Los científicos han señalado que este hecho podría ayudar a predecir cambios en nuestra capacidad para comunicarnos en la Tierra. Se sabe que los eventos en la capa externa Sol tiene incidencia en la atmósfera terrestre, lo cual es de suma importancia para “las tecnologías de comunicación y radar que dependen de la propagación de radiofrecuencia sobre el horizonte o tierra-espacio”, explicó Christoph Englert, jefe de la División de Ciencias Espaciales del Laboratorio de Investigación Naval de EE. UU.
Referencias:
Laming, M. (2021). The FIP and Inverse FIP Effects in Solar Flares. ArXiv. DOI.